Desde el 2006, cuando el mundo se puso patas arriba -o cabeza abajo- tras la debacle económica, empezaron las persecuciones hacia los autónomos, causadas por sus demoras que ocasionó la crisis económica y por la falta de apoyos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. No fueron mejores los Gobiernos de Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.

Mariano Rajoy se dedicó a mirar hacia otro lado y Pedro Sánchez a únicamente a hacer ruido. Resumiendo, ninguno de los tres Gobiernos se han empleado a profundo a crear políticas reales que sirvan para condonar deudas arrastradas desde la primera crisis del siglo XXI.

El Gobierno de Mariano Rajoy “modificó” algunas limitaciones hacia el emprendimiento. Pero no sirvió de nada al reemprendimiento. Los autónomos damnificados de esa crisis, arrastraban taras incompatibles con la modificación del Sr. Rajoy. Tampoco les prestó atención. Mucho menos cuidado, y aún menos, creó políticas ajustadas a sus realidades socioeconómicas. Al contrario, los autónomos aún son perseguidos por sus deudas completamente ajenas a sus voluntades.

Un autónomo que quebró durante la crisis económica, se llevó consigo todas las deudas que se le ocasionó causada por la mala gestión, por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, donde además de víctima, se quedó como moroso ante Hacienda y la Seguridad Social. Sin decir además, las deudas que se sumaron tras los embargos de sus bienes que esas mismas entidades les aplicaron.

Desde que entró al Gobierno Pedro Sánchez, tampoco se ha hecho nada mejor. Pese a la movilización general desde todas las Plataformas de autónomos para evitar de nuevo el efecto “quiebra” durante la crisis sanitaria de la Covid-19, el abandono hacia los autónomos de “raso” se volvió a repetir.

Desde la Plataforma de Autónomos Damnificados (PAD), denunciamos el olvido hacia los autónomos damnificados, un sector muy lastimado dentro de este colectivo. Y advertimos que si no se tomaban medidas urgentes y coberturas sociales, inclusive desde los Ayuntamientos desde el marco de sus competencias, invirtiendo necesariamente su superávit o el fondo social extraordinario, los efectos podrían ser devastadores.

Algunos Ayuntamientos hicieron amago. Ofrecieron ayudas pero únicamente a aquellos autónomos que no hubiesen contraído deudas con Hacienda y la Seguridad Social. De nuevo, el autónomo de raso volvió a ser el damnificado.

El autónomo que redujo considerablemente sus ingresos o se vio obligado a cerrar o definitivamente cayó en quiebra debido a la Covid-19 se le debería condonar sus deudas. Pero me temo que no se está por esa labor.

Los autónomos no han cometido ningún delito mas sin embargo no se les ha dado ningún trato de derecho que les legitime. Al contrario que los secesionistas, que tras cometer delitos en contra de España y de obtener un trato benévolo y condescendiente e indultarles, muchos autónomos llevan siendo perseguidos desde la crisis económica sin que ninguno de los Gobiernos habidos, hayan tomado medidas justas que los dejen libres de cargas para transitar sin peso por esta sociedad española donde la política ejercida por los responsables de ejercer la defensa de los intereses de todos sus ciudadanos la han convertido en injusta.

¿Cuándo se volverá hablar de los autónomos? Todos sabemos que cuando haya otras próximas elecciones.

Lo bueno es que existe un único partido que no ha dejado de defender y reivindicar, desde su fundación, los derechos e intereses de los autónomos sin necesidad de entrar en campaña -Ciudadanos-. Deseamos que eso no cambie y que sigan apoyando a los autónomos desde sus competencias donde actualmente están gobernando y que el resto de partidos se sumen al trabajo y dejen de usar al autónomo para completar el relato de un mitin o un texto en las redes.

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