Hemos sabido recientemente, por declaraciones del director del CCAES del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, en la conferencia inaugural del Congreso Nacional de Medicina Preventiva, Salud Publica e Higiene de Santander, celebrado en estos días de septiembre de 2021, que Fernando Simón y su equipo de 12 funcionarios, pensaron que la letalidad y rapidez con las que se extendió el coronavirus por nuestro país y por todo el globo, dando lugar a una pandemia catastrófica, no entraba en los esquemas del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES).
Dice el Dr. Simón: "A nadie se le pasó por la cabeza que la situación iba a ir a la velocidad a la que ha ido en la primera ola. En nuestro equipo hemos hecho entre 10 y 15 ejercicios de simulación al año en escenarios previsibles o más probables. Entre esos escenarios, nunca se llevó a cabo la simulación de la pandemia del coronavirus, pero al CCAES sí le pareció realizar una simulación de las consecuencias de la llegada de bacterias del espacio exterior".
Pensando, si me lo permite el Dr. Simón, como un modesto médico ginecólogo de provincias, ¿no era más normal, lógico, sensato, prudente, posible, real y útil, hacer una simulación en esas 10-15 por año, por Fernando Simón y el grupo del CCAES, de los tres posibles escenarios de una epidemia de un virus bien terráqueo, tan terráqueo que muy posiblemente se produjo en un laboratorio de ese país gris y desconocido que es China, que ya incluso había llegado a Europa y estaba en nuestra vecina Italia contagiando y matando a ciudadanos italianos y que el día 30 de enero fue catalogado por la OMS como epidemia y el día 11 de marzo como pandemia? Yo sinceramente, creo que sí.
Fernando Simón y su equipo de funcionarios del CCAES, no pasó del escenario I (contención) y del escenario II (mitigación) y no llegó al III escenario (transmisión comunitaria del virus), ya que según recordamos los españoles que asistíamos atónitos a sus ruedas de prensa televisivas, el día 11 de marzo de 2020, Fernando Simón, así nos lo hizo saber a todos los españoles, cuando el referirse al escenario 3 (el real y que muchos miles de españoles hemos sufrido con muertes y desastre económico): dijo aquella frase tan “graciosa” de “las medidas que se aplicarían no tienen interés práctico porque son ya, expresándolo coloquialmente, de perdidos al río” estallando en una carcajada en la rueda de prensa. ¿Cómo es posible que un científico pueda expresarse de ese modo, en el fondo sobre todo y en la forma de decirlo?
El gran error de Fernando Simón en esta pandemia sanitaria del coronavirus ha sido una mezcla de soberbia, prepotencia e ignorancia, una mezcla explosiva siempre ya que son factores relacionados de forma directamente proporcional. Su gran error fue pensar que su teoría sobre el coronavirus era la cierta (“en España habrá como mucho algunos casos de coronavirus”) y no pensar, como todo buen científico, en que era posible que su hipótesis estuviese equivocada y por lo tanto su obligación, como máximo responsable del CCAES y del vacío Ministerio de Sanidad, era la de proteger la salud de los ciudadanos de España, preparando varios escenarios distintos para cada hipótesis y habilitando los medios necesarios para estos escenarios. Es decir, haciendo los protocolos médicos y epidemiológicos según cada escenario.
Fernando Simón, no lo pensó (o tal vez sí lo pensó como científico, pero no lo comunicó como burócrata y portavoz político del gobierno a las órdenes políticas de Pedro Sánchez) y no preparó ningún escenario o protocolo de actuación y, evidentemente, la otra hipótesis, la del escenario 3 (transmisión comunitaria del virus), ha sido la cierta para España y los españoles.
¿Se dan cuenta de la capacidad mental, intelectual y profesional del individuo que Salvador Illa y Pedro Sánchez han nombrado como falso portavoz sanitario-científico y verdadero portavoz político del gobierno, en esta pandemia del coronavirus en España, cuyo resultado ha sido más de 100.000 muertos (70% de ellos, nuestros padres, tíos y abuelos), entre ellos más de 158 sanitarios y 120 médicos, la pérdida del empleo y del negocio para miles de españoles y empresas y la economía más devastada de todos los países de Europa?
¿Van a salir impunes Fernando Simón y Salvador Illa tras su desastrosa gestión sanitaria en la pandemia del coronavirus?