La ciencia del asno

Burriño.

Campoamor es fascinante. Lo fue para Rubén Darío, lo fue para Antonio Machado y lo es para mí.

Yo trato de acercarme a su sombra, a sus intrusas Humoradas en momentos tan extravagantes como los que vivimos ahora en España. Momentos en que Calígula y su caballo parecen haber desbordado la fantasía para instalarse cómodamente en la realidad.

El poeta ha cavilado mucho y esta es la consecuencia:

La ciencia del asno 

Un poeta escribió que

la verdad es la que es

aunque se piense al revés.

Como a nadie convenció

la enrevesada sentencia,

se puso muy cabezón

y explicó así su experiencia

no carente de evidencia

ni tampoco de rigor:

hay tanto burro mandando

en gente de inteligencia,

que a veces quedo pensando

si la burrez será ciencia.