Opinión

Mi defensa de la lengua asturiana, una solución filosófica

Mi defensa de la lengua asturiana, una solución filosófica.

Mi defensa de la lengua asturiana, una solución filosófica.

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Las diferencias históricas de Asturias con otras regiones son las naturales. Pero hay una fundamental que la marcó para siempre: la lucha contra los caldeos. Lucha que no cabe imaginar si el rey Pelayo no llevara en mente la táctica integradora, civilizadora, que aprendió de Roma, habida cuenta de que ya se había producido la fusión del Derecho Germánico y Romano.

El desenvolvimiento de Asturias fue integrador, valle a valle, río a río, monte a monte. Logró Pelayo que usos y costumbres con todas sus variantes convertir una orografía hostil, cerrada, en un núcleo duro, en un punzón llamado montes del Auseva, Covadonga. Sino hubiera sido así, ¿cómo enfrentarse a un ejército hasta entonces imbatible? No fue una escaramuza, No. El moró jamás volvió.

Este proceso en nada se parece a lo sucedido, por ejemplo, en las provincias vascas y catalanas. En estas regiones, los gorrones feudales no arriesgan vida ni peculio. Por eso cualquier mímesis con estas partes de España, degrada, rebaja la estatura histórica de Asturias.

La lengua asturiana, la “llingua”, ha de ser también integradora. El que sea oficial o no pierde sentido. Porque la propia estatura histórica, repito, disuelve el problema. Y todo esto, pese a los coscorrones que recibimos en la escuela por ser diglósicos. Sinónimo de paletos, vulgares.

En este sentido, la Academia de la Llingua ha realizado un trabajo fundamental. Mil veces elogiable.

La diglosia tiene solución porque no forma dicotomía con la lengua castellana. Al contrario, la diferencia es positiva, no negativa. Forma una especie de equilibrio, de frontera, es fronteriza, en sentido de Eugenio Trías y su filosofía del límite. No puedo desarrollar aquí este asunto. Pero la propuesta del filósofo catalán es magnífica y atractiva. Propuesta crítica, reflexiva. Posee un componente ético, a través de la idea de límite, obtenido del “limes” romano en su confrontación con los que después fueron los invasores de Imperio, ya no tan bárbaros gracias a la vida en la frontera.

Se debe evitar que las garrapatas de los gorrones, sus ínfulas desintegradoras, feudalistas, con todo su potencial publicitario e ideológico, altere lo más mínimo la vida social en Asturias. Sobre todo, porque nada tiene que ver con lo que acabo de exponer, sino con la Leyenda Negra, la hispanofobia y por antonomasia, con Asturias.

Soy miembro de número de la Academia de la Llingua Asturiana prácticamente desde su fundación en 1980. Y tuve mis percances cuando algunos de sus miembros dejaron de hablarme por asistir a los cursos de doctorado, lo cual siempre me importó un pimiento, que propiciaba en la Universidad el filósofo Gustavo Bueno, amigo de los bables, no del bable. Cuando se jubiló, asistí a la cena de su jubilación y me sentaron entre cinco catedráticos que no conocía de nada ni me conocían. De pronto, comenzaron a hablar mal de la “llingua” y de las subvenciones a la Academia. Entonces, les interpelé. Les dije que eran víctimas de la propaganda y que mis primeros libros en “llingua asturiana fueron financiados por colecta popular y dinero privado de una empresa. Al poco rato se acercó a saludarnos Gustavo Bueno. Le conté el percance. Me respondió textualmente: “Vd., no, Vd., no”. En la mesa estaba quien después sería un gran amigo, el catedrático de matemáticas Antonio González Carlomán, fallecido en 2016, que me fascinó porque refutaba los Teoremas de incompletitud de Gödel.

Hace años que no escribo en asturiano. Pero, hoy, recupero el espíritu de los años 70 y dedico estos versos a todas las plataformas que están contra “la llingua” y, a la Familia Real para hacerle una petición que considero muy oportuna: Majestades: Más Asturias, menos Gales.

CUANDO ASOLEYO LA MIO LLINGUA

Cuando asoleyo la llingua

ponse baxo la fueya

la folla que la escaleya,

ponse llaniega la pindia.

Canto-y al pastu d´altor,

sabor de llechi norteña,

al mar que fiende la peña

pa que desgüeve´l salmón.

Canto-y a la tierra que fixo

de la mina lluna nueva,

a los montes del Auseva,

a lo que fixo y desfixo.

Canto-y a la soledá

del asturianu qu´emigra,

a la xente que fai sidra,

canto-y dafechu al mio llar.

Cola llingua soleyera

voi ser como los orbayos,

espantaya-y los llimiagos,

ponela pergayaspera.

En asturiano la x suena como la sh inglesa. Las demás palabras están al orden del día en Asturias. Fueya, hoja. Folla, barro. Dafechu, totalmente. Llaniega, llana. Pindia, cuesta. Asoleyar, poner al sol, a la luz, publicar. Pergayaspera, muy guapa y orgullosa Es curioso observar el reforzamiento del “per”. Y también el baile del pronombre Y. Puedo decir canto-y, cántole, pero también Y-canto, le canto. Lo que no voy a explicar es lo que significa, “llimiagos”, mas el lector lo tiene fácil. En todas partes hay un asturiano. Acérquese a él sutilmente y dígale que tiene cara de “llimiagu”. Suerte.