Opinión

Verónica Forqué era un ángel

Verónica Forqué.

Verónica Forqué.

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Un ángel era un ángel. Una de las representantes más importantes del cine de la década de los 80 y 90 como constata Pedro Almodóvar en la salida del último adiós en la casa que fue para ella los teatros de España.

El trágico final de Verónica Forqué nos debe de hacer reflexionar a todos. La actriz de la eterna sonrisa, una sonrisa que nos hacía alegrarnos y reír a todos no dejaba entrever la tristeza nunca, y es que es de las almas elevadas aquellas que anteponen la felicidad de los demás a la propia. Verónica Forqué ganadora de cuatro Goyas no pudo con el peso de su vida. Su último trabajo fue la participación en un bien conocido programa de cocina que lleva años danzando en la televisión pública española. Parece no tener fin. Hasta en los telediarios en la franja de máxima audiencia se hace propaganda de él.

Me suena  a los programas musicales de la niña que fue prodigio Marisol. Olvidada después en el retiro en su vida adulta.

Tenemos los españoles esa necesidad de la narración constante, de la repetición de lo mismo, de aquello que aumenta los ratings de las televisiones. Me parece de falta de ingenio, eso mismo ocurre con series interminables que nos cuenta el devenir de personajes que entran en nuestras vidas como si fueran miembros de nuestra propia familia.

Genera tristeza Verónica Forqué, su último adiós en la representación de su celebridad saliendo por la puerta de atrás del plató, después de sollozar. Con el pelo ceñido a sus pensamientos sin dejar que su melena ondule, recibió feroces críticas en redes sociales.

Un alma sensible que no aguantó su tristeza escondida tras su sonrisa. Lo que debiera ser la distensión de cocinar, que es cultura y anticipo de reuniones de comensales, se convierte en nominaciones feroces que a veces impactan en celebridades, sobre todo las que son exigentes consigo mismas, y se dejan la piel porque así lo han hecho en todos sus trabajos.

Un ángel era un ángel.