Balance de 2021

Es tiempo de hacer balance a este año 2021, que se nos va, marcado por la pandemia y sus olas, que continúan.

El otro día leí un artículo en el que los virólogos Adolfo García Sastre y Ana Fernández Sesma, en el que la variante omicrón, es menos virulenta y puede ser ya el principio del fin de la pandemia.

También el neumólogo Javier Zulueta, del hospital Monte Sinaí de Nueva York,  comentaba en su cuenta de Twitter: "Tengo la impresión de que Ómicron acaba con la pandemia. La tasa de infecciones es brutal, pero la gran mayoría con cuadros muy, muy leves. En Sudáfrica está bajando la incidencia igual de rápido que subió. Esto se acaba".

Noticias esperanzadoras, que nos llevan al optimismo. Pero debemos recapacitar y pensar en cómo se debe actuar a nivel global en el mundo ante una pandemia. La solidaridad entre países y la pronta vacunación en todos ellos deben ser una prioridad para erradicar prontamente estos virus y que no haya tantas olas y cepas. Esto requiere una coordinación y solidaridad común gestionado de manera centralizada.

Ha sido un año también marcado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, que se desarrolló en Glasgow, cómo objetivos principales, se habló de continuar con los compromisos adquiridos en el acuerdo de París en 2015 y trabajar en las siguientes líneas:

Compromiso de 0 emisiones netas de CO2 para el año 2050.

Objetivo de que no aumenten más de 1,5 º las temperaturas en el planeta.

Los países asumen que para 2030 hay que reducir emisiones de CO2 un 45%

Los Estados tendrán que revisar sus compromisos de reducción en 2022

Se cierran las reglas de mercados de carbono

Los países ricos deben duplicar sus aportaciones para ayudar a los pobres a partir de 2025.

Cuando la ciencia, la tecnología, los países, las personas cooperan, para un fin común se pueden lograr los mejores resultados, esa es la línea para frenar las pandemias y el cambio climático, dos de los mayores retos a los que se enfrenta la humanidad.