Políticos iguales pero con una gran diferencia

Boris Johnson.

¿Cómo es posible que puedan existir hoy día personajes de la categoría como Boris Johnson (Inglaterra), Donald Trump, George Bush (Estados Unidos) y Pedro Sánchez (España) dirigiendo los destinos de esos países?

He elegido a estos cuatro presidente de países de primer mundo, y por lo tanto no estamos hablando de países en vías de desarrollo ni países del tercer mundo donde algunos de los presidentes dan vergüenza ajena.



Sobre Boris Johnson, el que se creía que un botellón para 100 personas en los jardines de Downing Street 10, el dia 20 de mayo 2020, en pleno confinamiento del pueblo británico, era "una reunión de trabajo", pensar que es el presidente del gobierno de la democracia más antigua del mundo y que se sienta en el famoso Parlamento Inglés, produce auténticos escalofríos. Tanto que ya se conocen otras fiestas en su domicilio político en los días previos al funeral por el esposo de la actual Reina.



Johnson, cuya postura es típica de los nacionalistas, aparte de llevar a su país a una de las peores gestiones sanitarias de la pandemia del coronavirus, junto con España, lo cual llama poderosamente la atención ya que con este personaje conviven organizaciones tan poderosas y afamadas como The Lancet en Medicina, The Economist en economía y las famosas universidades de Oxford y Cambridge, siempre colocadas entre las 10 mejores del mundo, “igual” que las mejores universidades españolas.



Sobre Donald Trump y George Bush, qué decir que ustedes no sepan a estas alturas, pero, permítanme recordarles, en el caso de Trump también ha sido un desastre en la gestión de la pandemia del coronavirus, a pesar de tener los mejores científicos, la mejor medicina, los mejores hospitales, las mejores universidades, los mejores premios Nobeles, etc. etc.



Sobre Pedro Sánchez, nunca he entendido ni creo que entienda, que un presidente del Gobierno de España pueda ser “cualquiera” como dijo el anterior presidente Zapatero, en una frase que lo definía mejor que ninguna otra. Nunca he entendido que, como dijo el actual presidente Sánchez, a aquella niña (ésta si real y no la ficticia de campaña política) que recibió en la Moncloa, un presidente de Gobierno “no tiene que estudiar nada en especial”. Otra frase para autodefinirse.



Por el contrario, siempre he creído que, para ser presidente de Gobierno, el mas alto cargo de España, después del Rey, hacen falta una serie de características: solida formación humana, solida formación profesional y solida formación política. Por ejemplo, si Felipe VI es el Rey de España y de la mayoría de los españoles, y todos sabemos que ha recibido desde que nació, una educación y formación magnificas para ser Rey y así lo demuestra día a día, afortunadamente para todos los españoles, ¿por que no sucede de una forma similar con el presidente del Gobierno?



En el caso del actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, un simple licenciado en económicas, y Dr. “cum fraude” de su tesis doctoral, sin ninguna experiencia profesional verdadera y creíble, su único bagaje profesional es pertenecer al aparato político del PSOE de una forma oscura y gris en la mayor parte de su etapa socialista, expulsado del PSOE por hacer trampas electorales y no trabajar nunca. Impresentable.



Por ello es comprensible que la mayor ilusión de Pedro Sanchez es ser presidente del gobierno de España, dormir en la Moncloa, aguantar el chaparrón como quien oye llover, reunirse con el presidente de los Estados Unidos 30 segundos en un pasillo, viajar en su taxi-Falcon mas veces que ningún otro presidente en la historia de España e ir de vacaciones de verano, Navidad y Semana Santa, con su familia y sus amigos juveniles, los palmeros de turno,  a la Mareta (Lanzarote) y al Palacio de las Marismillas, en el Coto de Doñana (Huelva) con bandejas de langostinos y marisco de la zona para que “no farte de ná”.



El auténtico problema es que mientras que, en Inglaterra, la democracia mas antigua del mundo y Estados Unidos, la democracia mas poderosa, hacen falta muchos presidentes como Johnson, Trump, Bush, para que la economía y la sociedad se resienta, en España, la democracia más joven, con solo uno de ellos, Sanchez, o dos, Zapatero y Sanchez, se hunde la economía, se cierran empresas y nuestra sociedad retrocede a un nivel inmerecido, con una caída del PIB del 12,4%, casi duplica al de la eurozona (caída PIB del 7,8%), una deuda pública del 114% del PIB, el mayor de la democracia y mayor de Europa, un déficit del 14%, un paro laboral del 17% (juvenil del 41%), la peor recesión de Europa, más de 5,6 millones de parados, mayor destrucción de empresas y el país mas endeudado de Europa con la pandemia.



Políticos nefastos a todos los niveles. Desde presidentes a chikilicuatres como es el caso de Teodoro García Egea con su lucha absurda e incomprensible contra Ayuso. Debe tener razón Napoleón al decir que en la política la estupidez no es un hándicap. Todos son iguales, excepto Isabel Díaz Ayuso, próxima presidenta de España.