Opinión

Un análisis numérico "democrático" de los resultados electorales

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, este lunes en la sede del partido.

La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, este lunes en la sede del partido.

Si analizamos los números de los últimos resultados electorales en Andalucía nos encontramos con situaciones claramente injustas desde el punto de vista democrático, si es que entendemos por democracia el reflejo escrupuloso de la voluntad popular.

Veamos algunos ejemplos. En la provincia de Málaga ─podía haber elegido cualquier otra─, el PP ha conseguido 10 escaños, el PSOE 4, VOX 2 y Por Andalucía 1. Esto significa que, en Málaga, los más de 24.000 votos conseguidos por Adelante Andalucía o los más de 22.000 de Ciudadanos, no han servido para nada, es decir, que la voluntad de estas más de 46.000 personas no ha tenido reflejo alguno en el Parlamento andaluz. 

Y si analizamos los resultados de toda Andalucía, ocurre lo mismo. Los casi 121.000 votos de Ciudadanos no se reflejan en absoluto en el Parlamento. Igualmente, Adelante Andalucía, con casi 167.000 votos, sólo ha conseguido dos escaños. 

Por el contrario, el PP sólo ha necesitado algo más de 27.000 votos por cada uno de los 58 escaños obtenidos, e igual ocurre con el PSOE, que por cada escaño conseguido ha necesitado 29.500 votos. 

A nivel nacional, es decir, a nivel de todo el estado español, ocurre algo análogo. En las últimas elecciones generales, Ciudadanos obtuvo más de 1.650.000 votos, pero eso se reflejó sólo en 10 diputados, es decir, 165.000 votos por escaño, mientras que Teruel Existe necesito algo menos de 20.000 votos para conseguir su único diputado en el Parlamento. PSOE y PP necesitaron algo menos de 57.000 votos por cada escaño.

Los partidos independentistas, al igual que PSOE y PP, salen también beneficiados con este injusto sistema. Así, JxCAT, ERC, PNV y EH Bildu necesitaron 66.278, 67.297, 63.167 y 55.524 votos, respectivamente, por cada diputado. Se da la circunstancia de que Ciudadanos, con casi el doble de votos que Esquerra Republicana de Catalunya, tiene tres diputados menos en el Parlamento español que, en teoría, representa a todos los españoles.

Por supuesto, los partidos mayoritarios, PSOE y PP, así como los partidos independentistas, no quieren ni oír hablar del tema de la reforma de la Ley Electoral, pero para alguien con sensibilidad democrática, estos contundentes números le deben, al menos, rechinar. Tengo un amigo independentista que, residiendo en Barcelona, vota en un pueblo de Lérida porque allí su voto vale más. ¿es esto democracia?

Teniendo en cuenta este sistema electoral y que, por otra parte, es un hecho que, por aquello del mal menor y en aras de la efectividad, hay que optar por el voto útil más que por el voto convencido, un partido de centro como Ciudadanos está condenado a desaparecer cuando, curiosamente, una mayoría de españoles se define como de centro. ¿Quién va a votar a un partido a sabiendas de que su voto va a ir directamente a la basura? Definitivamente, el “Centro” está maldito en España.