En estos días de pretemporada futbolística y con el mercado abierto para los fichajes, son muchos los aficionados al futbol que se preguntan ¿cómo es posible que el Futbol Club Barcelona este tirando la casa por la ventana? Lleva 5 fichajes y 143 millones gastados. Además, hablan de un par más de fichajes. Y seguro que no son económicos.

El juego limpio financiero de la UEFA, norma que se aplica a los clubes que participan en competiciones europeas, dice que ningún equipo puede gastar más de 100 millones de lo que ingresa y debe probar no tener ningún tipo de deuda con los integrantes del equipo (ya sea jugador, directivo o botillero) o autoridad tributaria o financiera.

Ahora bien, cuando un club invierte para la mejora de la institución en general, no se incluye dentro de esta regla. Algunos ejemplos de mejora son renovación o mejora de las instalaciones deportivas, apostar y financiar más a los equipos juveniles, plantillas femeninas... De ahí que ahora se visibilice más el futbol femenino.

Pese a esto, hay equipos para los que esta norma parece no ir con ellos, porque se la saltan pese a las sanciones. Son los llamados clubes Estado. Cuyos dueños son una empresa o fondo de inversión, vinculados a la propiedad de un país soberano.

Ejemplos: Paris Saint-Germain, Manchester City y recientemente Newcastle United.

Y Laporta, ¿cómo lo ha hecho, pues? La explicación es sencilla. Endeudarse de una manera artificiosa, cobrando por adelantado los derechos de imagen de los próximos 25 años. Algunos se preguntan si es magia financiera o huida hacia adelante. Otras a esta técnica, de ingeniería económica, la han bautizado como palanca “financiera”.

Se cuenta que fue Arquímedes, al descubrir la palanca, quien dijo: “Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”.

La palanca es una máquina simple que sirve para amplificar la fuerza mecánica aplicada un objeto y lograr un desplazamiento. Está compuesta por una barra rígida que puede girar libremente alrededor de un punto de apoyo. Ejemplos de palancas son: el balancín, los alicates, la carretilla, el cascanueces y el quitagrapas. La ley de la palanca es el equilibrio entre la potencia por su brazo y la resistencia por el suyo. Si no hay potencia el efecto palanca no funciona y si la resistencia es mayor se rompe.

Aún así la Liga tras revisar la documentación ve que hay 150 millones que no considera como ingresos y que obligan a Laporta a reequilibrar su palanca. Bien con rebajas salariales de la plantilla o bien a dar salida a algunos jugadores. Mientras la calculadora en Can Barça echa humo, en el vestuario tampoco la tensión disminuye, pues ven como se le sigue pidiendo esfuerzos.

Esta música le sonará muy conocida, querido lector. Y es que el trasvase de ideas entre las finanzas, la política y el futbol es continuo. En España estamos tras dos años, esperando la resolución de los PERTES. Antes de irse de vacaciones el ejecutivo ha adelantado la adjudicación provisional del PERTE del vehículo eléctrico De los 2975 millones sólo se han adjudicado 702. De manera que tres de cada cuatro euros no tienen destino si está fuera la resolución definitiva. Resultado muy alejado de las expectativas de un sector de gran peso en la economía nacional. En dos semanas se deberán afinar las propuestas para entrar en los criterios del ministerio de Industria. Y la decisión definitiva, en octubre.

La prensa especializada en economía ha resaltado la ola de nerviosismo que se ha generado en la automoción, mientras la local ha dado la noticia como buena. Ya que 162 millones han caído al proyecto liderado por el grupo Seat-Volkswagen junto a otras 62 empresas. Y es que el tuerto es el rey en el país de los ciegos. Ahora, ¿cuántos de estos le caerán a Navarra? Aún no se sabe.

Una vez más el gobierno central lejos de tranquilizar ha añadido más incertidumbre, lo que va a hacer que los proyectos no se inicien hasta conocer las adjudicaciones definitivas. Retrasando la puesta en marcha de la más profunda transformación de la industria del automóvil en España y de la que dependen cientos de miles de puestos de trabajo.

Al igual que Laporta, el descorbatado Sánchez y Maroto volverán a pedir un esfuerzo a los trabajadores. Mientras, Chivite, nuestra Daisy foral (recuerden los muñecos de Mari Carmen, la ventrílocua), está a la espera de la llamada de Cerdán para moverse al son o seguir en silencio. En Ferraz los cambios no han acabado y no vaya a ser que salpiquen para mal.

En Landaben, más de un compañero del metal estará poniendo velas a San Judas. Y como los hermanos Muñoz de Estopa, inventar la rumba navarra para dedicarse a los bolos y olvidar las pastillas de freno.

Colabora con el blog

Forma parte de los contenidos del Blog del Suscriptor
Escribir un artículo