La semana pasada, una parlamentaria nacionalista catalana denigró la bandera de todos, la apartó del lugar dónde debe presidir los parlamentos de los representantes electos.

Ello ha supuesto una queja de los medios estatales lamentando tal situación. Me cuesta entender por qué tras esta jugada tan indigna no se alaba a la autora de la defensa de nuestra bandera y del Estado de derecho, pues Inés Arrimadas colocó, ella personalmente, la bandera de España y repudió la actitud de la señora que la precedió de forma tan arbitraria e ilegítima.

Hay que destacar el gesto de la portavoz de Cs, no llamó a un ujier, ella personalmente modificó el escenario ridiculizado por alguien que no acata la norma y que cobra de un Estado que aborrece.

Gracias Inés Arrimadas, gracias Ciudadanos por representar a una población que sigue creyendo en la Constitución del 78.

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