Como decía Billy Wilder en el final de la película Con faldas y a lo loco, nadie somos perfectos. Es un final cierto pues no hay vidas sin equivocaciones o errores, eso es vivir. Una ganadora del Premio Planeta de hace ya años, definió la vida como una alcachofa que se va deshojando, es decir, como si llegado un punto se descubriera qué es la vida. Se aprende a vivir hasta la muerte, nunca descubrimos qué es la vida. La vida es un misterio.

La culpa a veces nos martiriza, la culpa por los fallos cometidos, hay que liberase de ella pues no merece la pena sufrir, no lleva a ningún sitio el sufrimiento. Sin embargo, esto, que es el deseo de todos los seres humanos para alcanzar la felicidad, no ocurre en nuestro sistema emocional. No nos podemos separar del dolor por los errores, o lo que creemos errores, o el juicio de los demás ante ellos, se atenúa con el tiempo hasta dejar un resto imperceptible. Estamos mal hechos, ese es el problema que somos humanos.

No podemos dejar de creer en la alegría, pero cuando alcanzamos la felicidad nos parece poca cosa, y entonces nos volvemos a lanzar al mar para seguir viviendo. El Dorado tan pensado en las películas y en la literatura no existe. Pensemos en Homero, en su Odisea: Ulises sale de su tierra, de su familia para luchar, para vivir: en el mar, en el viaje y los palacios a los que llega le ocurren muchas cosas, hay dioses que le ayudan y dioses que le hacen sufrir. Es un viaje de ida y vuelta: pues al final vuelve a su tierra, a su familia, a sus seres queridos.

La inutilidad de la lucha la explica Hemingway en su relato El viejo y el mar, salimos al mar y nos hacen daño los anzuelos de las redes para pescar un pez grande que luego ya no sirve para nada, plantea el absurdo de la pesca. Piensa y piensa en las corridas de toros: la lucha entre la vida y la muerte. Se le ve fascinado en cada capotazo del torero al toro.

La lucha nunca es inútil pues luchar es vivir. Hay paradas y regresos a casa, pero al cabo de un tiempo surge el aburrimiento y uno tiene que lanzase a la vida de nuevo. Hay una frase de Charles Chaplin que me parece genial "la vida es bella si se vive" a pesar de que haya dioses en el viaje en nuestra contra.

Necesitamos gozar, el goce, la felicidad es simple y sencilla.

Flaubert era un nihilista, cuando habla sobre qué es la vida desde la ventana de su casa llega a decir que es algo asqueroso, maldito, estúpido. Vivir es creer que el viaje merece la pena, es la búsqueda constante del Dorado y la felicidad, es salir constantemente al mar. Los peces que se pescan merecen la pena.

Menos mal que no se llega nunca al punto en el que ya la hayamos descubierto del todo, en el que se hayan quitado todas las hojas a la alcachofa.

"El amor era…" Jack Nicholson siendo escritor en una película: no le salía la frase, se quedaba clavado. De eso habla el cine, de eso habla la literatura, sin una respuesta clara. En eso consiste la felicidad. ¡Qué difícil es alcanzarla!

Como dijo Billy Wilder "nadie somos perfectos" en una lancha en el mar.

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