No había comenzado la campaña y ya estaba harto y cansado de este "tiempo de promesas". Y ahora en mitad de la "verdadera campaña" busco en las páginas naranjas de las secciones económicas a ver como sube el "índice de la inflación de promesas electorales". Otra cuesta que sufrimos con estoicismo los ciudadanos y votantes.

Me cabrea la desfachatez de casi todos los candidatos, siempre hay alguno que se salva, como en Sodoma y Gomorra. Aunque corren el riesgo de convertirse en estatuas de sal como la esposa de Lot. Y no salir elegidos si no prometen el oro y el moro.

También me siento muy contrariado. Pues en esta barra libre de ofertas que es como una montaña rusa, con un nuevo y sorprendente bucle en cada mitin o comparecencia publica de los candidatos. En donde, cada aspirante bocea, como si estuviera en un zoco, bazar o mercadillo de pueblo, su nueva ocurrencia sin filtro. Ya que ninguno explica y nadie les pregunta cómo se va a pagar esta fiesta delirante.

Obviamente, subiendo los impuestos. Y todos tan contentos.

Ahora lo mejor es cuando quienes llevan por lo menos cuatro años "gobernando" nos cuentan que van a hacer... (aquí ponga el lector lo que quiera, pues hay de todo en los titulares).  Y pienso, y estos mercachifles (ver RAE: comerciales de poca monta) ¿Qué coño han estado haciendo hasta ahora? Tampoco veo que los periodistas que siguen dichas ruedas de prensa les aprieten un poco ante tales ocurrencias.

Me ha divertido que el esperpento de novela de Las autonosuyas, de aquel verdadero facha llamado Fernando Vizcaíno Casas, y que cuando alcanzó su cuarta edición fue llevado al cine por Rafel Gil en 1983, se haya hecho realidad en la propuesta al ayuntamiento de Dos Hermanas, por Adelante Andalucía redactado "en nuêtra lengua naturâh" y con "lenguahe incluçibo". 

Se le atribuye a Orwell la frase "un sistema totalitario es reconocido por una inversión progresiva en la que lo absurdo se hace realidad y lo real muta al absurdo".

Para no parar de reír lo del dopaje acústico con el pinganillo de Ayuso.

Por un momento, un video casi casero, colgado por un familiar en donde la aspirante a la reelección de su pueblo presentaba a todo su equipo y ellos brevemente decían porque y para que estaban en la lista, me reconciliaba con la micropolítica, la verdadera.

En estas irrumpió Bildu con sus 44 "etarras" y ya solo fue hablar de ellos. Hay que reconocer que en esto son unos cracks. Han conseguido hacer realidad aquello que hablen todos de ti, aunque sea mal. Y además, les tenemos que dar las gracias por "retirar" (dicen que si salen elegidos renunciaran) a los que tienen delito de sangre. Estas actuaciones y su negativa a citar a ETA como grupo terrorista, "nos impiden compartir un mínimo suelo ético y asentar una verdadera convivencia" escribía Iñaki Iriarte.

Además, no ocultan sus intenciones. No como el resto, que como en el zasca de Ramón: "Hasta el día siguiente no sabes a quien has votado". Bildu quiere ser la llave de la "gobernabilidad" y sustentarla. Toda una declaración de intenciones con quien su objetivo final es la secesión. 

Mientras el PSOE se debate en su personalidad bipolar, o gana Mr. Hyde (Largo Caballero, Zapatero, Sánchez) o gana Dr. Jekyll (Besteiro, Leguina, o el actual Alfonso Guerra) entre medias hay demasiados turiferarios o incensarios que sólo saben seguir las órdenes del valido Santos Cerdán, visir del PSOE. Al igual que juraban los kapos en Nuremberg.

Navarra es diferente y a la izquierda del PSOE, Podemos, IU, Sumar, Equo, Alianza Verde, Batzarre van todos juntos para conseguir algo. Y mientras, la hasta ahora, Navarra Suma se divide en tres y no dudan en limpiar su ropa interior en el aska y con la plaza llena. Así hasta Vox aspira a poder reventar el Parlamento Foral.

En la alcaldía Bildu quiere dar el vuelco, pero necesita al PSOE, Y Chivite (PSOE) va a necesitar a Aznal (Bildu), o ser protagonista de un nuevo agostazo, aunque adelantado a junio y caer en el quesito de Esparza (UPN). O a Uxue comer la tostada en la fotofinish. Esto no se ve ni en un sprint del Giro. Qué emoción.

Navarra tierra de diversidad es nuestro lema turístico y también de nuestra realidad política.

Lo que es seguro es que vamos camino de un desgobierno de acuerdo de trastienda de cuatro años, tanto en el ayuntamiento de Pamplona como en el Palacio del Paseo Sarasate. Quizá hasta vemos a Araiz ser presidente del Parlamento Foral y a Aznal consejera de algo. O a Vox en alguna consejería.

¡Cosas veredes, querido Sancho!

Y los de a pie continuaremos perdiendo competitividad, bienestar y viendo como el calentamiento global nos muta de España húmeda y verde a amarillo chamuscado y seca.

¿Y la fábrica de ensamblaje de baterías dónde va? ¿Dentro o fuera de Landaben? ¡Barrio Sésamo, qué tiempos aquellos!

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