Sánchez "no miente", sólo engaña

Pedro Sánchez comparece en la cumbre UE-CELAC Efe

Claro, señor Sánchez, los hechos son los hechos y todos los sabemos y cada cual tiene su opinión e interpretación de los mismos. Los hechos no son patrimonio suyo y menos la opinión de cada cual de como fueron esos hechos; para unos positivas y para otros negativas; para unos verdad y para otros mentira, y en las elecciones es cuando se dirime en parte esos hechos y la interpretación que tienen los españoles de los mismos.

Por otro lado, claro que usted, como persona particular, puede cambiar una y mil veces de opinión. Pero usted, como candidato a presidente hace unos años, el cual dio su palabra de que iba a hacer ciertas cosas a cambio del voto y la confianza de los españoles. Y que después una vez elegido y hecho presidente ha faltado a esa palabra, que debería ser sagrada porque es su contrato con la sociedad, el contrato que lo legitima mientras se cumpla la palabra dada, compromiso por el cual ganó las elecciones y el cual por dignidad y honorabilidad debería cumplir sí o sí.

Sin embargo, usted, con total desfachatez y ya siendo presidente, toma decisiones y las ejecuta por caminos diferentes y a veces totalmente contrarios a los que prometió, quedando totalmente deslegitimado por incumplir su palabra y el contrato que prometió, el cual por ley debería ser vinculante con la sociedad, pese a sus "cambios de opiniones", los cuales son algo secundario y que no tiene derecho a llevar a cabo si contradicen la palabra firmada con la sociedad.

Y si uno cambia de opinión y por su conciencia no puede hacer lo que dijo que haría pues se va y se convocan nuevas elecciones, ya que no tiene legitimidad alguna para gobernar, ya que no se le votó para algo diferente o contrario a lo que prometió que haría. Eso haría alguien formal, honrado y transparente.

Es curioso tanto cambio de opinión y en tan poco tiempo. Como mínimo da lugar a pensar en que no se es una persona en la que confiar y que pueda dar una estabilidad y una seriedad a algo tan importante como es la presidencia del Ejecutivo de un país.

No sé si es casi mejor aceptar que se mintió y quedar como un trilero que como una persona incierta y con un criterio poco fiable. Cuando se escucha el argumento del "cambio opiniones", cualquiera tiene el derecho a interpretar libremente lo que estime oportuno, ya que como los hechos que ocurren en la cabeza no se pueden verificar, puede haber numerosas opiniones al respecto, desde que sea verdad hasta que se esté intentando reír de nosotros y nos quiera tomar por idiotas, lo cual creo que Sánchez no ha conseguido con la gran mayoría.