Nada de superabuelos, personas normales del siglo XXI

Anciano utilizando un teléfono móvil.

Perdone que me ría de los periodistas jóvenes (30-50 años) que creen que si las personas de 80 años siguen viviendo y pensando es porque son unos abuelos superdotados o por la dieta mediterránea (¡España! ¡España!).

Yo tengo 83 años. He visitado, por mi trabajo, más de 100 países, y les puedo decir que no he seguido ninguna dieta (ni mediterránea, ni asiática ni vegana). Utilizo las últimas técnicas en comunicación, inteligencia artificial, realidad virtual, 5G y algunas otras más. Nací con IBM y tenía que saber algo de programación si quería utilizar la computadora. ¿Persona especial?

Conozco a tanta gente de mi quinta, de tantas nacionalidades y culturas que piensan como cuando tenían cuarenta años y siguen (con algunas píldoras, eso sí) esperando vivir de igual manera por muchos años más, que empiezo a pensar que la persona especial es aquella que hoy, en 2023, llega a los 80 con alzhéimer o senilidad. O que dice que eso de los teléfonos inteligentes es para los jóvenes. Señores periodistas, un poco más de seriedad en sus análisis de la tercera edad. Que vamos a ir a por la cuarta y ustedes ni se enteran.