Mi comunidad de vecinos

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Mis vecinos del bloque 13 están situados en la esquina de la comunidad, con acceso directo a la piscina pero más alejados de la puerta de acceso a la urbanización. Desde siempre están bastante unidos, tanto por las ventajas de tener al lado la piscina como por sus inconvenientes (más ruido en verano, más frío en invierno) como por sus ventajas (más frescos en verano, más zona verde junto a sus casas). También les une el hecho de tener algo más lejos que los demás el acceso a la urbanización.



Esta unión, aunque no total, ha hecho que siempre se quejen en comandita, con lo que, con el tiempo, han ganado ciertos privilegios como pintar sus plazas de garaje de manera diferente, no pagar algunas derramas por considerar que no les afectaban, etcétera.



Han aprovechado su unión (parcial) frente a la desidia habitual del resto de vecinos de los otros bloques, a pesar de que al resto nos haya tocado pagar, en ocasiones, su parte de las derramas.



Como esto viene de lejos, se ha generado una separación (sobre todo emocional) entre los del bloque 13 y el resto de vecinos de la comunidad, pues el resto los vemos como raros y ellos nos ven a los demás como un impedimento para sus inquietudes y van diciendo que les estamos pisando sus derechos.



Vamos, que ven raro que les paremos los pies cuando se salen del tiesto y quieren, por ejemplo, poner sus propias reglas de uso de la piscina y zonas comunes, solo para ellos.



Resulta que ahora han montado una plataforma en la que piden no formar parte de la comunidad porque no les gustan las normas que se firmaron en su momento y las quieren cambiar, y como el resto les decimos que si quieren cambiar las normas convoquen una reunión de todos los vecinos y votemos todos, sabiendo que si votamos todos, ellos no tienen mayoría, aluden que sí son mayoría en su bloque y que quieren votar solo los del bloque 13.



Ellos dicen que las normas votadas entre todos no les atañen, que valen más sus derechos.



La cuestión es que la Ley, nos guste o no, nos incumbe y nos limita a todos, pero también nos iguala en derechos y es lo que apelamos el resto de vecinos.



Pero los vecinos del bloque 13 llevan tantos años sintiéndose especiales por las prebendas que ganaron en el pasado que ahora no tienen costumbre de atenerse a las normas de la mayoría y prefieren que la democracia se adapte a sus necesidades, inquietudes, preferencias y exigencias.



Una cosa curiosa es que quieren separarse pero seguir disfrutando de la piscina común. Esto surgió cuando unos vecinos les dijeron que vale, que se separasen pero con todas las consecuencias, que tendrían que hacer acera nueva, pedir nuevos permisos al ayuntamiento, hacer su propio portal, su propia piscina, etcétera.



Pero no, quieren ir por libre pero solo para lo que les interesa, para no pagar derramas comunes cuando afectan a otros que no sean de su bloque y cosas así.



De verdad, tengo cariño a mis vecinos del bloque 13, pero últimamente se pasan el día diciendo que les oprimimos, que les queremos destrozar la vida por el simple hecho de querer aplicar la ley y que somos poco menos que franquistas por ello, que deberíamos dejarles aplicar su especial visión de la democracia en la que lo que diga el bloque 13 debe ser asumido por toda la comunidad (somos 17 bloques).



Algunos de mis vecinos, incluso, están incurriendo en una especie de Síndrome de Estocolmo y dicen que por qué no les dejamos votar. Pero se les olvida que el derecho y la ley lo que marcan es que las decisiones que nos atañen a todos las votemos todos.



Por supuesto, quieren las llaves del local de la comunidad para votar y les hemos dicho que no, que es de todos.



El problema es que algunos vecinos del bloque 13 tienen llave del local y dicen que van a ejercer SU democracia nos pongamos como nos pongamos.



¿Qué podemos hacer?



Unos dicen que llamar a la policía, otros que les dejemos, que no va a ir a ninguna parte.



Pero otros pensamos que si lo permitimos, haríamos un agravio comparativo con el resto de vecinos que sí cumplen las normas.



¿Qué deberíamos hacer?

(Cualquier parecido con la realidad nacional es pura coincidencia)