¿Perderá Ucrania el apoyo militar de Occidente por la guerra entre Israel y Hamás?

Zelensky saluda a Biden en la Cumbre de la OTAN en Vilna. Reuters / Yves Herman

Desde el inicio de la nueva guerra en Oriente Próximo y ante la disminución del enfoque en la agresión rusa en las primeras páginas de los periódicos mundiales, muchos en Ucrania se preguntan si esta nueva guerra afectaría el apoyo militar de los aliados ucranianos, principalmente de los EEUU. Los Estados Unidos ya han enviado apoyo militar a Israel, reforzado sus posiciones marines en Mediterráneo y visitado el país hebreo el secretario de Estado Antony Blinken y el ministro de defensa Lloyd Austin, y esa reacción rápida confunde a algunos civiles ucranianos, por el miedo que Ucrania ya no sea más la prioridad del gobierno americano.

Sin embargo, la reunión de la OTAN en Ramstein fue según lo planeado: Ucrania obtuvo un nuevo apoyo en total de 500 millones de dólares por varios aliados. Al mismo tiempo, en Washington se está negociado sobre la asignación un paquete grande de ayuda de cien mil millones para Ucrania, según The Telegraph.

Supuestamente, Biden quiere cerrar el debate sobre Ucrania hasta las elecciones presidenciales del año que viene, para no someterse a disputas del lado de republicanos y no perder ratings. Los demócratas quieren acercar esa suma a cien mil millones, pero lo impide la otra parte.

Por eso, pueden llegar al compromiso de 60-70 mil millones, según varios rumores políticos. Una suma bastante grande, pero la diferencia casi alcanza el déficit de presupuesto ucraniano del próximo año (42 mil millones de dólares según las palabras del primer ministro Denys Shmyhal). Por eso Ucrania no querría perder esa cantidad, siendo posible obtener toda la suma.

Ese apoyo lo puede asignar EEUU puede asignar hasta el 17 de noviembre, la fecha límite para la ley de presupuesto temporal.

Como ha informado NBC, con la referencia a dos funcionarios anónimos en Congreso, la Casa Blanca prepara una solicitud en el Congreso para la financiación extra que incluye el apoyo para Ucrania, Israel y Taiwán. La Casa Blanca he inventado esa variante nueva para recibir la aprobación de la parte republicana.

Por consiguiente, por ahora no hay indicios de que la guerra entre Israel y Hamás vaya a cesar los suministros militares a Ucrania, especialmente si la guerra termina en un futuro cercano. Y si no, EEUU considerará esos procesos como paralelos, no diacrónicos.

Esa idea se deduce de las palabras de Lloyd Austin, quien declaró que nada impedirá el apoyo de Estados Unidos a Ucrania e Israel al mismo tiempo. Esta declaración también se relaciona con la idea de la Casa Blanca de enviar apoyo a tres aliados de EEUU simultáneamente. Más aún, la posición pública sobre el apoyo militar a Israel de muchos países europeos es muy diferente de la americana, que excluye la desviación del monto hacia Israel.

La ayuda a Ucrania puede disminuir, pero por otras razones. Ante todo, por la ausencia de progresos en la lucha anticorrupción en Ucrania o por la falta de armas en los países aliados (esto afecta sólo a algunos Estados europeos). Aparentemente, uno de las condiciones de EEUU a Ucrania para la asignación de cien mil millones es alcanzar medidas exitosas en la lucha contra la corrupción, sobre todo en el ámbito militar. Varias declaraciones y actos de los aliados principales de Ucrania entre la mitad de septiembre y el último Ramstein han evidenciado que ese tema todavía preocupa a muchos en la política occidental.