De injusticias y amnistías

Puigdemont en el pleno del Parlamento Europeo sobre la ley de amnistía Efe

Yo estoy en desacuerdo con muchas leyes, y sin embargo las cumplo. Algunas de hecho le cuestan dinero a mi familia, pero no hay forma de no cumplirlas, a no ser que quieras que te sienten ante un juez.

Uno no está de acuerdo y encima le cuesta dinero, pero te consuelas diciéndote que todos tenemos que obedecer leyes que no nos gustan, y el que se da el gusto de saltárselas obtiene su merecido en una sentencia. Se hace justicia.

Pero parece ser que no, que ciertas personas con un poder suficiente derivado de la aritmética del Congreso van a conseguir que su incumplimiento de las leyes quede impune. Si yo hiciese lo que han hecho algunos independentistas, me tiraría en la cárcel años. Ni amnistía ni indulto, porque yo no tengo influencia ni poder.

Es una sensación de injusticia e impotencia enorme que, supongo, no importa en el espectro izquierdo. Importan las injusticias económicas, o las vinculadas con el género o minorías étnicas o sexuales, pero el resto no importan. Los republicanos siempre se han quejado de que el rey Juan Carlos nunca vaya a ser juzgado en un tribunal por sus actos. Y, sin embargo, parece ser que elevar de facto a los 1.400 presuntos y no presuntos delincuentes independentistas al nivel del emérito no es para tanto. Lo que está pasando es un agravio, un engaño y una obscenidad.

Un agravio comparativo porque dos personas que se hayan resistido a la autoridad, una en Barcelona en el contexto del procés, y la otra en cualquier otra parte del país en el contexto de otra manifestación legítima, la primera se va sin delito y la segunda será juzgada y condenada.

Un engaño porque el presidente se opuso por activa y por pasiva durante 5 años a la amnistía jactándose de que nunca iba a pasar y señalando a la derecha de querer crispar, a lo que se suma querer finiquitar el asunto con la mentira de que era inconstitucional.

Y una obscenidad, porque exonerar a un grupo de responder ante los tribunales y señalar a éstos últimos como los culpables, todo para mantener el poder, es escandalosamente obsceno y habitual de regímenes corruptos, que vilipendian el principio de igualdad en el que se fundamenta toda democracia, ya que todos podemos votar porque todos somos considerados iguales. Y todo ello sólo, repito, para mantener el poder.

Pero esta injusticia que es un agravio, engaño y obscenidad a la vez, parece no ser relevante en general para los votantes del partido que tiene como eje ideológico la "justicia social", como dicen en sus documentos de partido. Y me refiero obviamente al PSOE.

He visto varios vídeos de algunos que les votaron en las últimas elecciones, diciendo que a pesar de la amnistía volverían a votar al PSOE si hubiese elecciones mañana. Supongo que todo vale con tal de tener un gobierno dadivoso de izquierdas, aunque pacte erosionar la democracia y el Estado de derecho, si a cambio sube el SMI, dificulta el despido, y sube impuestos a los ricos.

Hoy más que nunca entiendo cómo Venezuela ha podido acabar como ha acabado.