Por tu seguridad, hemos llenado las calles con miles de cámaras de vigilancia, para que absolutamente todo lo que hagas quede registrado.
Por tu seguridad, cuando vas en el coche conduciendo tranquilamente a la velocidad adecuada, y cumpliendo escrupulosamente todas las normas de tráfico, un guardia te para y te mete un tubo en la boca para que soples.
Por tu seguridad, en verano, con 45 grados a la sombra, tienes que llevar casco en la moto y en la bici. Eso, de antes, de que te diera el airecito en la cara, ya lo hemos prohibido.
Por tu seguridad, ya no puedes fumar en bares, ni restaurantes, ni discotecas, ni pubs, ni playas, ni terrazas, ponemos fotos de pulmones con cáncer en las cajetillas de tabaco y le metemos unos impuestos al tabaco que hay que ser rico para seguir fumando.
Por tu seguridad, los coches ahora, si a ellos les parece, frenan solos ante un obstáculo, se resisten a cambiar de carril y tienen decenas de sensores y alarmas para que estés muy seguro. Dentro de poco, cuándo la tecnología lo permita, prohibiremos la conducción manual, que es muy peligrosa.
Por tu seguridad (y la del planeta), ya no puedes entrar en las ciudades con tu coche de toda la vida y te tienes que comprar uno a pilas, que cuesta un pastón. Si el sueldo no te da para el coche a pilas, tenemos unos patinetes y unas bicis eléctricas muy chulas.
Por tu seguridad, vamos a prohibir el dinero en efectivo. Todo serán transacciones electrónicas, para que podamos vigilar en qué te gastas cada euro.
Por tu seguridad, hemos llenado el mundo de antenas de telefonía móvil, para tener controlado por dónde anda el personal, a qué se dedica, qué compra, qué webs visita, con quién habla y con quién se manda mensajes.
Por tu seguridad, cuándo llega una pandemia, te encerramos un año en casa, para que no te pongas malo.
Por tu seguridad, estamos trabajando en cambiar lo que comes: menos chuletones y menos azúcares, y más harina de insectos con acelgas ecosostenibles.
Por tu seguridad, te hemos quitado la libertad. Es verdad que la libertad es lo más preciado que tiene el ser humano, pero es por tu seguridad.