Pedro, he recibido tu segunda carta y esta vez no me han entrado ganas de llorar. Mira Pedro, cálmate un poco y piensa en que tú llegaste al poder acusando de corrupción al anterior presidente del gobierno, apoyándote en una sentencia que un juez amigote tuyo te hizo el favor de manipular y que después fue desacreditada por el Tribunal Supremo. Te lo recuerdo: "En definitiva, efectivamente, no es dable afirmar que el Partido Popular delinquiera, cuando no ha sido enjuiciado por responsabilidad penal en este proceso", concluye el Tribunal Supremo.

Además, no hace tanto tiempo, has pedido insistentemente la dimisión de la presidente de la Comunidad de Madrid por una supuesta conducta delictiva de su hermano, con el agravante (de tu insistente petición) de que las causas que alegabas habían sido archivadas por los organismos competentes para hacerlo. A ti, de momento, lo que te piden son explicaciones.

Otra cosa quiero decirte, pórtate como un hombre hecho y derecho y no vayas lloriqueando por la vida. En realidad, a tu mujer sólo la está investigando quien tiene autoridad para hacerlo, después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid haya allanado el camino al considerar que existen indicios de delito, déjalo que haga su trabajo y no metas tus narices donde no te llaman, no quieras controlarlo todo, bastante te estás pasando con la fiscalía, poniendo al ministerio público, en lugar de la defensa del interés general, a la tarea de abogado defensor de tu mujer.

Tú que eres un demócrata convencido (¿no?) sabrás respetar que los jueces realicen su trabajo y tendrás paciencia para esperar el resultado del proceso, resultado que respetarás democrática y civilizadamente.

Dos cositas más para acabar. Lo del fango no lo menees mucho porque te puede manchar y atrapar entre el lodo de tierra roja. Y la última, pedías en tu carta que el domingo fuéramos a votar para mandar un recado a los del fango. Aquí creo que te equivocas, tendrías que evaluar si hay más fango en tu campo o en el del adversario y además, si pides el voto en esos términos, cabe la posibilidad de que lo estés pidiendo para justificar la corrupción. Pues, entre las posibilidades reales, existe la de que tu mujer sea declarada culpable... a no ser que tú te hayas atribuido la prerrogativa de decidir quién en culpable y quién inocente.

Pero hasta ese extremo no hemos llegado, ¿verdad que no?

Colabora con el blog

Forma parte de los contenidos del Blog del Suscriptor
Escribir un artículo