Sumar ha aprendido mucho de Sánchez (o viceversa) en cómo gestionar los casos de corrupción, escándalo, mentiras y demás curiosidades habituales de este gobierno.

Me recuerdan los consejos que un "experto en gestión de crisis" daba a futuros políticos:

Primero: Negarlo todo. Es falso. Fake news.

Segundo: Si no puedes ocultarlo, culpa a otro. Siempre hay alguien que te creerá. Algún periódico o televisión que viven gracias a tus servicios.

Tercero: Cuando la cosa se ponga tan fea que ya no hay quien la crea y ya no tienes periodistas ni colegas que den un centavo por ti, reconoce el error. Pero no el tuyo. Eso nunca.

La culpa la tienen los mecanismos que tú has creado. Tú vas a corregirlos.

¿Todo solucionado? Si no es así, tienes un serio problema.

Cuarto: Ataca al que te ha descubierto, a sus amigos, a la sociedad, al mundo entero. Los culpables, siempre, son los otros.

Quinto: Expulsa al que está cerca de ti y puede saber demasiado. Es casi seguro que muchos te darán de nuevo su confianza. Tú eres la víctima. Te han engañado.

Sexto: Hazte amigo de los enemigos de tus enemigos. Ellos pueden ayudarte mucho, sobre todo para guardar tu trabajo, tu prestigio y tus mentiras.

Séptimo: Si al final tienes que salir de donde estás, dedícate a otras cosas como dar clases para preparar a futuros políticos.

Al final, el "experto en gestión de crisis" acababa así su seminario: les hablo por experiencia.

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