Como era de esperar lenta y tenuemente los focos abandonan a los afectados por la DANA. Aunque desde distintas organizaciones como ACG con su proyecto Sigo Contigo, e instituciones, como la Jefatura de Estado, representada por esa institución rancia de la monarquía para vergüenza de los pijorepublicanos de salón, se empeñan en seguir visibilizando la tragedia, acompañando y escuchándoles. A pesar del conflictivo primer encuentro.

También algunos empresarios, que suelen ser diana de esos neoprogres, ya han hecho efectivas ayudas (40 millones) a sus trabajadores para la rehabilitación de viviendas y sustitución de vehículos. Mientras todos esperan a que la lenta "burrocracia" les resuelva y conceda las suyas.

Aunque viendo a los afectados del terremoto de Lorca y a los del volcán de La Palma, van a tener que esperar un rato. Del larriano "vuelva usted mañana" del preanalógico siglo XIX, hemos pasado, en el superdigitalizado siglo XXI, a soñar con ser la protagonista de ese duelo de grapadoras de un divertido y realista Corto 0361 (es el título) que circula por las redes.

Es de primero de periodismo que los jaquetones de los titulares deben vender noticias frescas. Aunque hiedan tan putrefactas como los pescados de Ordenalfabetix. Estos escualos huelen la carnaza, más cuando alguien tira de la manta, y surgen listas de modernos marranos. Con sobres que cambian de manos, sin acuse de recibo. Arduo trabajo el de nuestros intocables de la UCO para demostrarlo, cuyo sueldo anual, cuando empiezan, es poco más que la cuantía del sobre más pequeño que señala al tercer hombre en la organización del PSOE.

Volviendo a la hecatombe, es ahora el momento que sus señorías, que no están para recoger barro, se arremanguen y empiecen a analizar que hacer para evitar las próximas. Para ello, viendo su habilidad para redactar las leyes y hacerlas al revés, soltando a los delincuentes antes de tiempo o amnistiando a los enemigos del Estado de derecho. Les sugiero que escuchen a los profesionales de la física, la biología, las ingenierías y la arquitectura además de a los meteorólogos. Ensanchen y profundicen los cauces de las ramblas, construyan mini presas aguas arriba, prohíban levantar viviendas a menos de cierta distancia de seguridad de los cauces y litorales, conserven los  árboles y matorrales y limpien los barrancos y arroyos de malezas y cañas secas.

En cuanto al aforismo populista del pueblo salva al pueblo, que se ha extendido cuan especie invasora como el jacinto de agua. Es algo bastante incierto, como todas las ideas populistas del signo que sean. y suelen acabar con el pueblo convertido en chusma. Acuérdense de la Revolución francesa, rusa, mexicana, china, etc.

Aunque lo cierto es lo que, hace unos días, el sociólogo Imanol Zubero explicaba en una charla en nuestra ciudad. Las personas, los ciudadanos tenemos dos armas en nuestros bolsillos. Una la tarjeta del banco, la otra el DNI. Con la primera decidimos dónde, cuando, qué y cuánto consumimos. Con el segundo decidimos a quién y por cuanto tiempo le votamos.

Calamitosamente, esto ya es cosecha mía, la mayoría de nosotros no reflexionamos o lo hacemos poco, mal y rápido cuando las sacamos de nuestros bolsillos para usarlas. Y así nos va. El pueblo puede salvarse a sí mismo, pero para ello tiene que tomar conciencia, además conscientemente, de que es un Homo consumitor y un Homo vontanter y olvidarse de que es Homo sapiens sapiens, que es lo que nos convierte en Homo estupidus sapiens.

El otro asunto en el que deben trabajar sus señorías, si tienen a bien, es en la definición del modelo de Estado.

Nuestro estado autonómico está demostrando reiteradamente ser un ostensible fracaso. O peor que en quienes delegamos su gestión son una panda de incompetentes y nosotros unos irresponsables por esta indolente dejación.

Esta paparrucha de federalismo asimétrico, lo que esconde es un autonómico reino de taifas, o un cateto regionalismo desvertebrado. En donde todos se saben sus derechos, cobran buenos sueldos, colocan a sus familiares y amiguetes en buenos puestos, y se olvidan de sus responsabilidades. Acuérdese, estimado lector, que la I República, no duró ni dos años (de febrero de 1873 a diciembre de 1874), fracasó por culpa del paleto cantonalismo. Claro que a este hecho no llega el temario de las 17 historias de nuestro sistema educativo.

En la cocina la sal es un conservante, que en su justa medida potencia los sabores de los alimentos. Aunque si nos pasamos en la dosis el alimento queda salado y si, por el contrario, nos quedamos cortos, el resultado es un plato insulso, insípido e insustancial.

Por ello, una pizca de jacobinismo actualizado y bien entendido (centralismo en su justa medida), no nos vendría nada mal para lograr un estado articulado y colaborativo. Claro que muchos tendrían que buscar trabajo y además currar de verdad.

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