La Nochevieja es no sólo terminar algo, un año entero, sino comenzar otro año para seguir con lo mismo o cambiar.
La 1 de Televisión Española nos indicó con sus campanadas que quiere que sigamos con lo mismo: vulgaridad y mediocridad y muy orgullosos de ser las dos cosas a la vez.
Pues así es, me dice mi amigo, el pueblo español. ¿Qué quieres?
Broncano es la expresión del pueblo y de la cultura española. Y tan orgulloso está de serlo que nos enseña sus traseros y dice como Quevedo: hasta por el culo me conocen (claro que Quevedo decía eso cuando criticaba a España y no cuando defendía y aplaudía la cultura española).
Y los periodistas aplauden con las orejas a la genialidad de lo vulgar y de lo bajo. Tienen que ser "moernos".
Pues yo no estoy de acuerdo.
No puedo aceptar que el pueblo español sea así, porque no lo es (aunque quieran poner unas notas de empatía por las víctimas valencianas porque queda bien). La cultura española es algo más que las vulgaridades de las campanadas de la pasada Nochevieja.
Acabo de releer El Rinoceronte de Ionesco y ya me veo buscando un fusil para luchar, para defender la cultura española, la mía, contra los rinocerontes de la mediocridad y la vulgaridad.