
El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, este lunes en Ferraz.
En una democracia, la Constitución es la herramienta del pueblo para defenderse del poder; el Espíritu de esa democracia -Montesquieu dixit- necesita de la independencia de los tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
Cuando el Poder Ejecutivo manipula a los otros dos, burla la Constitución y de facto, establece una dictadura, la herramienta del poder para abusar del pueblo.
Sánchez, con las impostadas premisas de lawfare en el Poder Judicial y bulos múltiples en la prensa de España, quiere legislar ahora, de forma que se impida ejercer la acción popular o presentar querellas con base en el periodismo de investigación -que torticeramente denomina "recortes de prensa"-, contra representantes políticos.
Pero en la Ley actual, el perfil del querellante o el recorte de prensa en sí mismos no son indicios suficientes. El juez sólo admite a trámite una demanda cuando tiene indicios suficientes para estimarla. Después, ese juez sentenciará en base a las pruebas -no a los indicios- que se aporten.
Además, intentar imponer una ley como esta, ¡con efecto retroactivo!, que busque anular los casos de corrupción investigados en su entorno familiar, de partido y de gobierno, es desnudo de ética y groseramente inaceptable; es asumir que el pueblo es imbécil y/o borrego. Es todavía más inaceptable que lo consumado con la Ley de Amnistía y la anulación de las condenas de los ERE. Ese efecto retroactivo, es claro indicio de culpabilidad que delata al presidente.
La ética, como disciplina normativa inherente al ser humano e integrada en su conciencia, pone siempre nombre a nuestra conducta y nunca se equivoca. Está muy por encima de la ley, la moral o las costumbres, todas ellas manipulables y cambiantes. "Un hombre sin ética es una bestia salvaje suelta en este mundo" (Albert Camus).
Por eso, la ética debería imponerse en cualquier persona que vote en blanco, que no vote o que vote a cualquier partido -incluyendo al PSOE-, para impedir esta vil atrocidad -una más- que pretende imponer nuestro presidente, carente de ética. "Los líderes políticos deben ser ejemplos de moral y ética en su acción y comportamiento". (Nelson Mandela).
Y similarmente, partidos políticos tan alejados de la filosofía social-comunista de nuestro gobierno actual, como PNV o Junts, deberían reconsiderar lo que están haciendo, al primar sus intereses y ansias independentistas, apoyando y sosteniendo a Sánchez, sobre el interés de la nación española y todo su pueblo.
La Historia y el propio pueblo les juzgarán por ello.