No hay ni habrá piedad para Pedro Sánchez. La mayoría de voces en las tertulias radiofónicas y televisivas coinciden con los principales periódicos impresos en el gran mantra que se repite por doquier: el secretario general del PSOE es el único culpable de que se celebren unas terceras elecciones. La especie se propaga a gran velocidad en decenas de artículos, comentarios y tuits. No hay prueba alguna, de momento, de que se trate de algo organizado o azuzado desde Moncloa, pero el objetivo es evidentemente presionar a Sánchez sin ambages ni disimulos para que se abstenga y permita gobernar a Mariano Rajoy.
Nada es más ilustrativo a este respecto que repasar los grandes titulares, a mil columnas, como en las grandes ocasiones, en las primeras páginas de los grandes rotativos. "El portazo sin alternativa de Sánchez aboca a elecciones", dice El País, otrora custodio de los intereses del PSOE. Casi idéntica, en la forma y el fondo, es la interpretación de El Mundo: "El portazo de Sánchez aboca a unas terceras elecciones". "El PSOE mantiene el bloqueo a España", reza el titular de Abc. En La Razón han contado que Sánchez dijo "84 veces 'No". Y La Vanguardia remata la faena con la misma idea: "Sánchez cierra más puertas y acerca las elecciones".
Resulta cuanto menos curioso que los mismos que consideran a Pedro Sánchez como un político mediocre y sin hechuras suficientes para llegar a la Moncloa crean, al mismo tiempo, que tiene la capacidad, él solito, de abocar a millones de españoles a volver a las urnas. En todo caso, esta unanimidad de juicio contra el líder del PSOE contrasta, como recuerdan en La Marea en un acertado artículo, con las interpretaciones que los mismos medios hicieron sobre el intento de investidura fallido del propio Sánchez. Él siempre es el culpable.
Los hechos son incontestables. Rajoy se presenta a la investidura con 170 apoyos. Como no tiene mayoría, pierde (y volverá a perder este viernes). Él no ha conseguido más votos por multitud de razones. Pero la principal responsabilidad, según la enorme mayoría de medios y comentaristas, es de Sánchez. ¿Por qué? Por irresponsabilidad, por falta de altura de miras, por no ser un hombre de estado, por no aceptar el resultado de las elecciones, por actuar con la intención de vengarse, por ser un superviviente político, por no presentar alternativa... Y, por todo ello en conjunto, él es el responsable del paripé de esta semana, de que no haya Gobierno, de que Felipe VI tenga que volver a consultar a los candidatos, del bloqueo político, de que se repitan las elecciones...
Se ha echado en falta, eso sí, que nadie haya aprovechado la efeméride para responsabilizar también al secretario general del PSOE de la invasión de Polonia por parte de Alemania que dio lugar a la Segunda Guerra Mundial y que se produjo hace exactamente 77 años. Esta remembranza es, no se asusten, disparatada, pero tanto como el burdo linchamiento mediático al que se está sometiendo a Pedro Sánchez, que se ha limitado a darle a Rajoy la medicina que éste le suministró seis meses atrás.