¿Tener una vida sexual activa nos hace más felices? Todo apunta a que sí, aunque con sus matices. Al fin y al cabo, quizá el sexo no sea tan importante como se pretende en estos tiempos hipersexuales. De hecho ya hay voces discordantes sobre la peliaguda cuestión, voces que podrían remover algunas de las creencias más arraigadas de este siglo nuestro tan moderno, tan liberado, tan viva la virgen, tan cool, tan... tan. Según el enésimo estudio, realizado en la Universidad de Toronto a 30.000 sujetos, aquellos que tienen relaciones más de una vez a la semana no son más felices que los que las tienen de higos a brevas, es decir, no más de dos veces al año. Así que, al parecer, tampoco se encuentra ahí la felicidad.

¿Dónde la encontramos entonces? ¿En el matrimonio? Obviamente no. Aunque aquí tenemos un dato curioso en lo que a ser felices se refiere: el estado civil no es determinante en los niveles de angustia emocional. Sin embargo, es bueno saber que los segundos matrimonios suelen proporcionar más felicidad que los primeros. Algo es algo, ya hemos avanzado un poco.

¿Y el dinero? ¿Nos da la felicidad? ¡Tampoco! Si se comparan aquellas personas que tienen unos ingresos altos con aquellos que se mantienen en la media, y se analiza la frecuencia sexual en sus vidas, llegamos a la conclusión de que es el sexo, y no el dinero, lo que les otorga mayores dosis de felicidad. Entonces, ¿cuanto más dinero y más sexo más felicidad? ¡No! Más bien lo contrario, pues otro estudio apunta a que, por alguna razón insondable, cuanto más dinero se tiene, menos sexo se practica. ¿Será que sólo les queda tiempo para ordenar los billetes de mayor a menor? Será. Y no es cosa de perderlo en veleidades sexuales.

En busca de la felicidad he encontrado un dato interesante referido a las mujeres. Ellas son, por lo general, más desgraciadas que los hombres, pero hay algo que las pone contentas: el sexo oral. Concretamente, la felación. Según los últimos estudios, las felaciones alejan los síntomas depresivos, puesto que el semen contiene sustancias euforizantes y ayuda además a conciliar el sueño. Así que les viene bien tanto a ellas como a ellos. Y todos tan felices. Pero como soy una señora ya un tanto suspicaz, me pregunto: ¿es esta la razón de que por cada diez felaciones se practique sólo un cunilingus? ¿Había alguna mujer en el equipo que ha realizado esta investigación o eran todos hombres? Incluso suponiendo que sus conclusiones sean ciertas, si tan beneficioso resulta el semen para el estado de ánimo, ¿cómo es que no lo venden en grageas?

En definitiva, entre estudios ajenos y mi propia investigación, os sugiero esta receta para la felicidad:

Mantenerse en una situación económica media, sin avaricia. Pasar a las segundas nupcias cuanto antes. Siempre van a ser mejor que las primeras.

Practicar sexo, como mínimo un par de veces a la semana.

No olvidar la felación diaria. Si es usted varón y heterosexual, tendrá que organizarse.