7 series españolas que fueron pioneras en su forma de tratar el VIH y el SIDA en televisión (y plataformas)

Desde principios de la década de los 80, más de 75 millones de personas se han infectado con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), y más de 7 millones han fallecido por enfermedades relacionadas con el SIDA. Y aunque el número de muertes ha descendido hasta 630.000 en 2022 gracias a los avances médicos, esta es una pandemia que está lejos de terminar. 

Este 1 de diciembre, cuando se celebra el Día Mundial de la lucha contra el SIDA, vamos a echar la vista atrás en nuestra ficción española para retratar algunas tramas y personajes que han sido claves para visibilizar esta enfermedad y para luchar contra la estigmatización.

Un recorrido por nuestra ficción que también sirve para analizar cómo ha cambiado también la forma de retratar esta enfermedad en nuestra televisión. Desde Farmacia de Guardia a Compañeros, pasando por Al salir de clase, Médico de familia, Élite o Merlí Sapere Aude. 

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'Farmacia de Guardia'

La serie de Antonio Mercero fue pionera en España en tratar temas como la violencia de género o la transexualidad y fue la primera en la que un adolescente salió del armario y también ayudó a la lucha contra los estigmas del SIDA con el episodio llamado Para los amigos, Cuin, emitido originalmente en enero de 1993.

La trama principal del episodio giraba alrededor del colegio, pues los padres del barrio no querían mandar a sus hijos porque una compañera era VIH positiva. En el episodio intervino la pequeña Montse Sierra, una niña malagueña que sufrió una situación similar a la descrita en el capítulo.

Para demostrar que el virus no se transmitía tan fácilmente como muchos pensaban, en el capítulo veíamos a la boticaria Cuin (África Gonzálbes) besar y abrazar a la pequeña Montse, mientras las señoras del barrio miraban horrorizadas, y una niña decía que si le daba un beso a su compañera se podía morir.

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'Médico de familia'

La protagonizada por Emilio Aragón fue otra serie pionera en tratar temas sociales. Ya en su primera temporada, en 1995, presentó a un antiguo amigo del protagonista, Pedro (Javier Lago), quien dice a un grupo de amigos que se enteró el día antes de que tiene el SIDA. Un personaje le recrimina que qué ha hecho, si se ha drogado, y pide que su mujer y él se vayan porque ella está embarazada.

Emilio Aragón, que era el doctor Nacho Martín que daba título a la serie, intenta tranquilizar a todos en vano asegurando que no pasa nada por estar a su lado. En el mismo episodio Pedro tiene un breve romance con Gertru (Lola Baldrich), quien sigue interesada en conocerle a pesar de su estado serológico.

'Al salir de clase'

Cuando arrancó sus emisiones en 1997, Al salir de clase trató con dureza el tema del VIH. En el primer episodio, Íñigo (Mariano Alameda) narraba cómo su última novia había muerto por problemas derivados del sida. Con los miedos oportunos, Íñigo acudió a hacerse las pruebas y en el episodio 12 le entregaron los resultados: eran negativos.

Hasta entonces nunca se había mostrado en nuestra televisión a alguien y, menos aún, joven haciéndose unos análisis serológicos. En la primera temporada también hubo un personaje secundario llamado Ángel, que sufrió en sus carnes el rechazo de sus compañeros. Solo Carlota (Pilar López de Ayala) permaneció a su lado. Como curiosidad, uno de los acosadores serófobos de Ángel lo interpretó un jovencísimo Christian Gálvez.

'Compañeros'

Otra serie de corte juvenil fue la primera en tener un personaje recurrente seropositivo, Compañeros. Hablamos de Tony (Jorge Bosch), el hermano drogadicto de Quimi (Antonio Hortelano), que se entera de que ha contraído el virus una vez estaba levantando cabeza. 

De forma transversal, Compañeros enseñó a la audiencia que, para evitar la transmisión, bastaba con llevar a cabo pequeños gestos como no compartir las cuchillas de afeitar. Además, en la temporada 4 hubo una trama similar a la de Farmacia de Guardia, con los padres negándose a mandar a sus niños a clase porque un compañero era seropositivo.

'Física o química'

Junto a La pecera de Eva, Física o química retrató el VIH a un público juvenil a través de los personajes adultos. En FoQ conocimos a Marina Conde (Cristina Alcázar), la conservadora profesora de filosofía, quien es seropositiva. El director del Plan Nacional sobre Sida, Tomás Hernández Fernández, aplaudió en 2010 cómo la serie de Antena 3 da “un trato adecuado y respetuoso” a la enfermedad y el Ministerio de Sanidad y Política Social ofreció a la productora de la serie “su colaboración para seguir avanzando con este planteamiento”.

'Élite'

La serie juvenil de Netflix rompió muchos estereotipos en su forma de tratar el VIH. Marina (María Pedraza), la protagonista de Élite, uno de sus pilares fundamentales en su primera temporada, es una adolescente portadora del VIH que sufre el estigma de la enfermedad, sí, pero dentro de su propio hogar, pues es un tema del que no se habla. “Dilo mamá. Di mi hija de 16 años es seropositiva” llega a suplicar la joven, queriendo que su situación se normalice.

Por llevar la misma línea de lo que ocurre con su tocaya de Física o química, Marina de Élite es quizá el personaje más rico e interesante de todos los expuestos, porque no es de un colectivo de riesgo como los drogadictos o los homosexuales. Es una adolescente de familia adinerada, de la que nadie se lo esperaría, pero a la que le ha tocado. Además, en un hábil giro de guion, Élite en su primera temporada nos narra la muerte de Marina, que no fallece porque haya desarrollado SIDA, sino porque alguien le abre la cabeza con un trofeo.

'Merlí Sapere Aude'

"Siempre he pensado que había una asignatura pendiente con este tema en la ficción española, ese virus ha sido el gran olvidado", reconocía Héctor Lozano, creador y guionista de Merlí. Sapere aude y de su predecesora. De ahí que en la segunda temporada de la ficción, Pol Rubio (Carlos Cuevas) descubría que había contraído el VIH.

"Siempre que se hacía algo sobre ello era con un personaje más secundario y que no tocaba a la comunidad gay", algo que Lozano quiso subsanar aprovechando que tenía un protagonista bisexual. "Pol recibe la noticia de que ha contraído el VIH de forma inesperada y toda esta temporada va de cómo lo asume, cómo le afecta y qué hace para tirar para adelante", añadía.

Aquí, al igual que Élite, se hablaba de la enfermedad "desde un chaval que estudia en la universidad, vive con sus padres y lo hace todo bien, pero a quien también le puede pasar".