Ya se puede decir, sin miedo a equivocarnos, que ha empezado lo bueno en La isla de las tentaciones 3. Atrás quedaron los paseos en barca de la semana pasada y las promesas de amor eterno y fidelidad imperecedera. ¡Tres veces ha sonado la alarma del pecado! ¡Tres veces! Empiezan a verse las costuras y las fisuras en todas las relaciones. Y, qué curioso, que casi todas sufren el mismo mal: el de la desidia, el desinterés y la dejadez. "Necesito un cambio de vida ya", asegura Marina García (21).
Lola la secunda, con un tono de lamentatriz muy parecido al que empleó Rosa Benito (64) en Supervivientes, ese de que no tenía vida y no sabía lo que era un cine: "A Diego le falta atención hacia mí. Tengo que ir yo siempre detrás de él. Necesito que me abracen". ¿Se dan cuenta? Lola entiende que a Diego le falta lo que a Simone, el italiano, le sobra a espuertas: amor, atención y mimos. En fin, que no le pierdan el ojo a Marina y Lola. La primera dará mucho de qué hablar: saben que en una semana ya circula un vídeo sexual por ahí que, dicen, se ha filtrado... Ay, pobre Jesús. Pero, atención, que clama venganza.
Solo con ver un inocente baile al principio de la gala ya se ha puesto serio y atacado. "Para mí es la mujer de mi vida, pero la mano no la pongo en el fuego por nadie. Confío en las personas, no en el demonio que llevan dentro". Analicen esas palabras, son el anuncio de lo que vendrá. Que se prepare Marina, recibirá de su propia medicina. Pero mientras tanto, ella está feliz. En su pompa, con su risa floja y "tontorrona", como la define su Isaac. "Me caes bien, de todos eres con el que más conecto, pero ya está", le dice ella. Isaac se crece: "Con el que podrías estar". Ella se derrite: "Eres igual a mí, tenemos mucha química. Soy muy fuerte de mente y no voy a caer".
Aquí casi se me cae la mandíbula de la incredulidad. Qué grande es Marina y no sé qué hemos hecho todo este tiempo sin ella. En su cita con Isaac, Marina sigue regándole los oídos y otras partes: "Me transmites buena vibra, eres cariñoso, un niño cercano. Por eso te he cogido, más allá de todo lo que tú pienses. Por la actividad". ¡Por la actividad! "Se puede sentir algo, pero no tiene que pasar nada", se frena ella. Él se ríe porque se lo tiene muy creído: "Se pone tontorrona, se siente atraída por mí, lógicamente". "Es casi imposible", se dice Marina más a sí misma.
Pero ella misma se desdice. Presten atención a esta declaración donde Marina habla hasta en pasado de Jesús: "Cuando te lo dan todo, te cansas. Lo he querido, pero eso va en decadencia. Creía entrar muy feliz y segura, pero me doy cuenta de que no. Me estoy dando cuenta de que no tengo nada que ver con él, me siento como una madre con él". Nada más que añadir, señoría. Lo más sorprendente de todo es que los padres de Marina se han posicionado públicamente al lado de Jesús, ¡y no de su hija! Estoy seguro de que la han desheredado a partir de esta noche de jueves.
Porque sí, terminó pasando: Marina e Isaac juegan con un hielo entre sus bocas y la alarma termina sonando. "Les da igual que suene la alarma, y nosotros preocupados. Estamos guardando un respeto real y ellas no", asegura Jesús, sin saber aún cuán de implicado iba a estar en ese estallido. ¡Por fin despierta! Lo mismo que les ha pedido Sandra Barneda en una visita: que experimenten, que se exploren, ¡que pongan los cuernos! Bueno, sus palabras exactas han sido: "La única manera es poneros a prueba vosotros. Que os entreguéis, que lo viváis intensamente". Pues eso.
Total, que los chicos han llegado a la conclusión, prácticamente al unísono, que se acabó, que van a vivir la vida. Me da a mí que estaban deseando oler cualquier oportunidad para verse con vía libre para...vivir la vida. Tan despendolados están ya ellos que Diego ha decretado lo que sigue: "Cada vez que suene la alarma, un chupito. Somos unos peleles, nuestras parejas piensan en todo menos en nosotros". No se equivoca: Lola piensa en pocas cosas más allá de Simone, el italiano. Lo reconoce, "se me cae la baba".
Y profundiza la nueva Rosa Benito: "Pensaba que ibas a ser el típico chulo, pero creo que eres buena persona". Al rato, reconoce: "Nunca se sabe si te vas a enamorar". Y llora con las amigas: "¿Soy mala?". Es tan de manual todo. "De aquí me quiero ir con Lola", sostiene el italiano. No hay nada que hacer, Diego. Lo siento. Lola vuelve a lamentarse: "Busco que me abracen, que me achuchen como una princesita, y Diego no lo hace". Pero, esperen, que al final de la noche Lola llora, pero ya no por Diego, sino por el perro que tienen ambos: "Me condiciona mucho. Si nos separamos, ¿qué será de él?" Aquí no me he podido aguantar la risa: es acojonante.
¡Más cosas! No le pierdan ojo a Manuel, que ha visto cómo Lucía bailaba -sí, sí, solo bailaba. La chica es de armas tomar y no hay quien se acerque a ella- para decirse a sí mismo que ancha es Castilla, que la vida es una y que va a bebérsela a grandes sorbos. Manuel, el Jesulín de Ubrique de Puerto Rey, ha despertado. ¡Tenemos show para rato! "Y yo aquí evitando, pues eso se va a acabar. Quiere avanzar sin mí. Lucía ha dicho que no quiere que esto acabe, ¿es que no me quiere ver?", expone al mundo a modo de exoneración. Caerá en las redes de Stefany.
Me deja helado la frialdad de Lucía. No sé muy bien a qué ha ido allí: ni da pie ni permite que se lo den a ella. Es calculadora, pero no sé muy bien qué calcula. No es creíble nada. O mejor: es una mujer que no pega en La isla de las tentaciones. Ah, antes de que se me olvide: Hugo me parece un chaval mucho más sensato de lo que imaginaba. Sí, vale, es un poco soso y paraíllo. Hay que darle como pila, pero me gustan, de momento, sus valores. ¡Ha llorado a mares pensando en su chica y le ha dicho a Sandra que tendría hijos con ella y se casaría incluso! También me gusta su pareja Lara, aunque ya está haciendo ver que Hugo tiene todos los defectos del mundo. Con respecto a la novia de Raúl, Claudia, tengo que decir que me gusta para ella Tony, ¡aunque abogo por que sea la pareja que haga triunfar el amor!
La hoguera de ellos
La hoguera de ellos ha dado para mucho. Han empezado con el aperitivo de Hugo. "Estoy cagado. Por mi parte estoy seguro; por su parte me da miedo, porque le fallé muchas veces. Eso puede repercutirle". Cuando ve cómo Lara muestra sus inseguridades a Javi, su tentador, Hugo hace autocrítica y demuestra ser un caballero: "No me preocupa, no veo en Lara una mirada de complicidad. Ese chaval me parece un buen tío, puede coincidir con ella en gustos y aficiones, pero nada más". Y añade, tiernísimo: "Quiero creer y pensar que también dijo cosas bonitas hacia mí".
Pero la carnaza de la buena viene con Jesús. Ay, Jesús. ¡Todos somos él! ¡Quién no empatiza con Jesús! "El límite se puso en un beso, pero es muy pronto para eso. Me llevaría un palo tremendo", dice el chiquillo antes de ver las imágenes. Pobre hombre. Tras el primer vídeo, la justifica: "Se ve que ella es abierta. Miedo me da. Sé que con Isaac tiene algo y quiero saber qué es". Con el segundo, hace autocrítica: "Es verdad, la chispa no es la misma que antes, pero sí la he protegido. Ella ha sido la que la ha cagado en la pareja. ¿Que yo no la protejo? Entonces, ¿qué coño hago? Me molesta, realmente me molesta. La chispa la tiene que encontrar conmigo".
Y ya con el tercer vídeo, el del hielo, Jesús se desencaja, explota, se desborda: "Para mí, esto es un antes y un después. No voy a llorar porque no se lo merece. Dentro de mí hay un puñal, pero no me va a ver llorar. No se merece nada, NADA. Es una falta de respeto hacia mí y hacia su familia. Next. Yo no soy de exteriorizar, pero se acabó. Que mi chica de cinco años me haga esto me parece tan inmaduro y absurdo... Ha cruzado el límite durante ocho segundos. Me ha hecho una perrería y quien hace una perrería es una... No encuentro palabras. No voy a actuar por despecho". Manuel, por su parte, se queda rayado porque Sandra no le pone imágenes de Lucía.
En lo tocante a Raúl, se queda noqueado con el primer vídeo; con el segundo, tuerce el morro: "A lo mejor se da cuenta de que no siente tanto por mí, puede ser". Esperen, esperen, que hay más. ¡Diego! "Imagino que se lo ha pasado bien, pero tampoco demasiado bien", dice de Lola. Ay, madre. Diego, hay imágenes de Lola para ti. Acto seguido, termina el programa. En lo más alto, en lo mejor. ¿Cómo se dice clímax en italiano?
[Más información: La traición de Diego, el peligro del nuevo Jesulín de Ubrique y un italiano que agitará Tentaciones]