Sálvame volvió a ofrecer en la tarde del viernes una imagen surrealista que no pasó desapercibida por los espectadores. Y es que el programa se empeñó en averiguar si las botas de Dior que Raquel Bollo muestra en sus redes sociales son auténticas o una simple imitación.
Por ello, para comprobar su autenticidad, envió de reportera a Paz Padilla a la Milla de Oro de Madrid y, como nos tiene acostumbrados, dio rienda suelta a su faceta de humorista, lo que dio lugar a uno de los momentos más divertidos del programa.
Nada más poner un pie en la tienda, el encargado de seguridad pedía que la cámara se quedara fuera. Ella obedecía y entraba sola al establecimiento, aunque gracias al micro de corbata que llevaba los espectadores pudieron enterarse de todo lo que ocurría dentro.
Dentro la tienda de lujo la presentadora se dirigió al mostrador, donde la atendió Vitaly, un dependiente que explicaba que la forma de diferenciar las botas es la estrella de la suela, símbolo que tienen las botas que Raquel Bollo muestra en la foto.
Completamente extasiada por el lujo de la tienda, Paz no sabía a dónde mirar, le gustaba todo y no paraba de ir a la puerta para transmitir a los espectadores lo que le decían o hacía dentro. También tuvo tiempo de interactuar con algunos de los clientes que acudían a la tienda a hacer sus compras, dejando momentos realmente hilarantes.
Sin embargo, el momento álgido de la tarde llegaba con la aparición estelar de Jaime de Marichalar. El exmarido de la Infanta Elena salía de la tienda cuando la presentadora se percataba de su presencia.
"Uy, perdona, ¿eres Marichalar?", preguntaba sorprendida la presentadora. Este lo confirmaba, y aunque en un primer momento parecía dispuesto a hablar con Paz, se daba media vuelta en cuanto se percataba de la presencia de la cámara y de que se trataba de Sálvame.
"No le vamos a molestar. Echa la cámara para allá, que va a salir Marichalar. ¿Cómo está usted? ¿Viene a comprar algún regalito? Él no quiere que se le enfoque", intentaba preguntar Paz, pero sin respuesta.
"Thank you very much", se despedía de él Paz mientras este huía del lugar. "Marichalar ha salido corriendo porque no quiere. Bueno, corriendo a su ritmo. No sé qué ha venido a comprar, quizá algo para su novia. ¿Tiene novia? Ay, es que no estoy acostumbrada a ser tan pija. Yo estoy más acostumbrada a Primark", decia Paz, provocando las risas de los colaboradores en plató.