Tras salir ileso del accidente de tráfico, Sarp acude a casa de Nezir junto a Munir para intentar realizar un intercambio: su vida por la de Bahar, Piril y sus respectivos hijos.
"Por fin te miro de frente a los ojos. He esperado mucho tiempo este momento. Juré encontrarte. Hice una promesa: mirarte a los ojos en esta tierra donde pronto yacera tu cuerpo sin vida. Aquí morirás", le dice el hombre nada más verlo.
"Deje que se vayan. Me tiene a mí. Dicen que usted no mata a mujeres ni niños. Si mata o hace daño a mis hijos le mataré", la espeta por su parte Sarp.
Por otra parte, Ceyda advierte a Emre de los peligros de Sirin y le cuenta cómo le hizo la vida a su propia hermana Bahar. "Si está ella, yo me largo", le amenaza.