Hace unos años, Mujeres y Hombres y Viceversa era uno de los programas estrella de Mediaset, y se emitía con éxito en Telecinco. Poco a poco se fue desgastando, terminó en Cuatro, y su presentadora Emma García dio el relevo a Toñi Moreno, y esta después a Jesús Vázquez.
Tras el parón por la crisis sanitaria del coronavirus MyHyV se reinventó como un reality con todos juntos en una casa, y en última instancia, intentaron que la popularidad de Lydia Lozano sirviese para reflotar su audiencia.
El viernes 19 de febrero, el programa Mujeres y Hombres y Viceversa vivía un momento histórico: se estrenaba el primer trono homosexual del formato, y también era el primer trono VIP. Su ocupante: el polifacético Jorge Javier Vázquez, que recibió la propuesta una tarde en directo durante una visita de Jesús Vázquez al plató de Sálvame.
Así, Jorge tenía una doble misión ante las cámaras: por un lado, encontrar el amor, demostrando que todo lo que pasa en el programa es verdad, y que no es un teatrillo orquestado por la cadena. Por otro, conseguir que las audiencias mejoren gracias a su historia personal.
En la semana del 15 de febrero, y hasta el jueves previo al debut de Jorge Javier, el programa tuvo una media de 3,1 puntos porcentuales de cuota de pantalla y una audiencia media de 227.000 seguidores por entrega.
El día que Jorge Javier se sentó por primera vez el público respondió con interés: el programa creció en cuota de pantalla hasta el 5,1% con 336.000 espectadores y anotaba máximo de temporada. De forma paralela, la prensa volvía a interesarse por lo que sucedía en ese plató, y aumentaban los titulares sobre cómo el de Badalona estaba comportándose ante sus pretendientes.
Sin embargo, todo fue un espejismo, y de forma paulatina, el programa volvió a perder fuelle. El lunes el programa bajaba a un 3,7% con 287.000, y el martes, aunque mejoraba en cuota una décima, se contentaba con 264.000 espectadores.
Ya el miércoles 24, una vez pasada la novedad, el programa obtenía un 3,3% y 218.000, un dato similar a los obtenidos sin el trono del presentador de Sálvame. De hecho, el jueves 18, un día antes de la puesta de largo de Vázquez, Mujeres y hombres y viceversa lograba hacer un dato superior, un 3,5% con 253.000 espectadores en lineal.
¿Qué puede estar fallando? Quizá el formato ya no interese, que el público no responda igual a las aventuras de los tronistas como lo hacía en la época de Tamara Gorro, Rafa Mora o Efrén Reyero (recordemos que en su final, el malagueño un 27% de cuota de pantalla con casi 3,2 millones de espectadores, en noviembre del lejano año de 2008).
Por otro, que Jorge Javier Vázquez es un profesional al que vemos mucho en Mediaset. En Sálvame, en el Deluxe, en las reposiciones de Got Talent, en La casa fuerte, próximamente en Supervivientes. Su perfil está demasiado expuesto, de ahí que la atención del público pueda ser menor.
Por último, siempre estará la duda de si los candidatos tienen una afinidad amoroso real con el presentador, o si, como se preguntó Kiko Hernández en Sálvame, los pretendientes se acercan a Vázquez por “su posición” y solo quieren “hacer tele”, lo que le restaría interés al espectáculo.