Serkan se recluye en una habitación y nadie sabe nada de él, ni su madre ni sus amigos ni sus compañeros de trabajo. Solo Eda puede hacerle volver, pero ¿cómo?
Eda trata de localizar al subcontratista responsable de la obra en la que murieron sus padres. Mientras la arquitecta pasa por un momento difícil, Serkan intenta ser su mejor apoyo.
Tras un desfile en la gala benéfica de la señora Aydan, Serkan quedará prendado una vez más por los encantos de Eda. En un intento de acercamiento hacia ella, nada saldrá como el arquitecto espera.