Quién es Emilio Rodríguez Menéndez, el abogado del que habló Rocío Carrasco en su documental

Quién es Emilio Rodríguez Menéndez, el abogado del que habló Rocío Carrasco en su documental

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Quién es Emilio Rodríguez Menéndez, el abogado del que habló Rocío Carrasco en su documental

5 abril, 2021 18:22

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La emisión de los nuevos episodios de Rocío, contar la verdad para seguir viva, ha vuelto a poner de actualidad un personaje mediático que muchos tenían olvidado: José Emilio Rodríguez Menéndez. Este abogado fue el encargad de tramitar la separación de Antonio David Flores y Rocío Carrasco, y ella guarda un mal recuerdo del letrado, definiéndolo como una persona “terrorífica”.

Era alguien que tenía atemorizadas a muchas personas con chantajes y vídeos personales, era una persona que demostraba no tener ningún tipo de escrúpulos”, señalaba la protagonista del relato. Empecé a vivir con miedo, yo miraba el coche cada mañana antes de montarme, no sabíamos lo que nos podía pasar”, añadía.

En los años 80, Rodríguez Menéndez fue un abogado muy mediático. Fue el defensor, por ejemplo, de La Duce Neus, la mujer que orquestó el asesinato de su marido a mano de una de sus hijas. También defendió a dos de los policías acusados de la desaparición de Santi Corella ‘El Nani,’ el joven delincuente cuya historia quedó reflejada en la película Matar al Nani, y que destapó un grave caso de corrupción en la Policía Nacional. El Dioni también fue uno de sus clientes más célebres.

Ser el abogado de Antonio David Flores o Ángel Cristo hace que la prensa rosa se fije en él, y se convierte en un habitual en los programas nocturnos y de corazón. En 1999, su tercera mujer, Laura Fernánez, encargó su asesinato, lo que también le convierte en el protagonista de numerosas noticias.

Aseguró tener un romance con Nuria Bermúdez, y dijo que se casaría con ella, si bien luego se demostró que todo era un montaje. También se relacionó con Mila Ximénez, con Sonia Moldes (exnovia del Conde Lecquio) y con la cantante Malena Gracia.

Rodríguez Menéndez también trabajó en los medios de comunicación. Fue editor del diario Ya, y llevó en portada a Antonio Anglés, el asesino de las niñas de Alcácer, quien se encontraba en paradero desconocido. Aseguraba tener una entrevista con el criminal, pero se demostró luego que era un modelo.

Más tarde lanza la revista Dígame, una publicación muy sensacionalista cuyo único objetivo era difamar a cualquiera que Rodríguez Menéndez señalase. Antonio David Flores trabajó en ella como subdirector. Acusó a famosas de ejercer la prostitución, llamó a otros famosos pederastas, o los retrató de acosadores. En uno de esos reportajes, el periodista grabó a Malena Gracia ejerciendo la prostitución y se publicó en la portada un fotograma del vídeo. En noviembre del año 2000, la revista fuera secuestrada y, finalmente, cerró.

Tras crearse enemigos por todas partes, era de esperar que le cayesen una colección de denuncias, y fue condenado a cárcel por atentar contra la intimidad o fraude a la Hacienda Pública, entre otros delitos. En 2005 huyó de España y fue detenido en Argentina. Tras ser ingresado en prisión, se vuelve a fugar a Argentina tras un permiso.

En 2010 un equipo de La Fábrica de la Tele se desplazó a Argentina para entrevistarle, y habló de sus problemas judiciales; el reportaje se emitió en Sálvame Deluxe. Una semana después, se le realizó una entrevista junto a su mujer vía satélite en La Noria.

Entró de nuevo en España en 2014, cuando las condenas y el delito por la fuga habían prescrito, y entonces es entrevistado en Sálvame Deluxe, donde protagonizó un dantesco show en el que llamó “alcohólica” a Mila Ximénez, “ninfómana” a Lydia Lozano o “princesa de los cuernos” a Belén Esteban.

El próximo mes de mayo, Rodríguez Menéndez volverá a pasar por el banquillo: será juzgado en un tribunal de la Audiencia Provincial de Madrid por nueve supuestos delitos, que incluyen organización y grupo criminal, estafa, falsificación de documentos públicos, apropiación indebida, blanqueo de capitales, usurpación de funciones, intrusismo profesional, fraude procesal, delito de coacciones y un delito de phising.