Julia Janeiro, la hija de Jesulín de Ubrique y María José Campanario, sigue centrando muchas noticias televisivas, desde que el pasado domingo cumpliese la mayoría de edad. Este martes, en Sálvame, Kiko Hernández escarbó en el pasado de la joven y relató el testimonio de una compañera de estudios de Julia.
Según explicó, Julia Janeiro estaba obsesionada con que no se filtrasen fotos de ella, y en el centro había un riguroso control sobre el uso de teléfonos móvil. Hernández desmintió que, tal como se ha dicho en otros momentos, la joven haya sufrido acoso escolar.
“Me escriben un montón de compañeras, me dicen que es mentira y que ella, abusando de ser la hija de quien era, si eran 15 en clase, tenía problemas con 10”, decía el colaborador. “Estaba obsesionada con que le hicieran fotos, castigaban a la clase porque decía que había un móvil dentro, registraban mochilas… Dicen que era una tortura”, añadía.
En ese sentido, se explicó que en cierta ocasión una compañera llevó un móvil para hablar con su novio, y que Julia le dijo que le esperaba a la salida. Entonces “la acompañó al baño y le metió la cabeza en el váter, sin tirar de la cadena” continuó el relato Kiko Hernández. Un episodio de bullying que fue tomado como un asunto cómico por parte de los colaboradores, que se rieron.
“Eso no me lo creo, para empezar, porque la cabeza no entra, anda ya, solo entra en la taza” decía en tono humorístico. Gema López le dijo que, sin importar la dimensión del retrete, es una faena sobre todo entre chicas que tienen el pelo largo.
“Es mi ídola ya, ¡eres mi ídola! Porque a más de uno habría metido yo en el váter, con un mojón en lo alto” respondía entonces Paz Padilla, dando una palmada, continuando su discurso como si fuese algo gracioso.
Esta situación fue comentada en las redes sociales por muchos espectadores, que no entendían cómo se podía jalear una situación de acoso y violencia escolar.
Más tarde, el reportero Omar Suárez se acercó hasta la casa de Julia Janeiro para saber su versión de todo lo sucedido. La joven, sin embargo, guardó silencio, y solo dijo un tímido “gracias” al despedirse. Tras grabar, Suárez pudo hablar con Julia Janeiro y dijo que “es tímida y educada, me ha dicho que no quiere hablar ni responder pero que entiende, comprende y respeta nuestro trabajo, así que yo le doy las gracias a Julia Janeiro porque me ha parecido supereducada”.