"Peligra" la emisión de los últimos episodios del documental de Rocío Carrasco, según Diego Arrabal

La serie documental Rocío, contar la verdad para seguir viva, en la que Rocío Carrasco narra los episodios más oscuros de su vida junto a Antonio David Flores, continuará su emisión este miércoles, tras la entrevista en directo que la propia Carrasco concedió la pasada semana.

De momento, Telecinco ha emitido siete de los doce episodios de esta serie. En los avances del octavo ya se ha visto cómo Carrasco Rocío narra una agresión que sufrió por parte de su hija, Rocío Flores. Sin embargo, los siguientes episodios podrían “peligrar”, según las palabras de Diego Arrabal en el programa Viva la vida.

“Peligran más que nunca estos capítulos” avanzaba el periodista. “Rocío Flores está tremendamente mal, pero cuando digo tremendamente mal es muy, muy, muy mal” añadía. “Yo creo que esto no es un juego, yo creo, evidentemente, que ella ha vivido eso, lo está contando en primera persona, hay que respetarla. Pero para salvarse ella o su relato poner a la hija, yo creo que sacrifica a la hija”.

En ese sentido, Diego Arrabal señaló que los próximos episodios se están reeditando “porque son muy duros” y explica cómo en el avance que ya se puede ver la voz de Rocío se funde con la música “para que no se escuche, porque son cosas tremendas”. Así, explicó que algunas de las cosas que relata Rocío Carrasco “legalmente pueden traer consecuencias, y no muy buenas”.

Hay que recordar que un día antes, en Sábado Deluxe, se estrenó el avance del nuevo episodio de Rocío, contar la verdad para seguir viva, y que Jorge Javier Vázquez ya apuntó que había que prestar “mucha atención al momento en el que se sube la música en este tráiler porque nuestros compañeros del documental se han visto en la necesidad de silenciar los espeluznantes y dolorosos momentos que vivió Rocío Carrasco a manos de su hija”.

En ese mismo programa, se desveló que Antonio David Flores intentó vender al Deluxe aquella agresión de Rocío Flores a su madre en el año 2012, cuando su hija todavía era menor, previo pago de 60.000 euros.