El entretenimiento en televisión, territorio de hombres: ¿un retroceso en igualdad?

La televisión, como cualquier campo profesional, no escapa al machismo imperante en la sociedad actual. Pese a que se han hecho grandes avances en ese sentido en los últimos años, las cadenas todavía tienen una gran tarea pendiente con las mujeres, especialmente en el género de entretenimiento, donde en las parrillas actuales predominan los hombres.

Los ejemplos de presentadoras de éxito en programas de entretenimiento son, desgraciadamente, todavía demasiado escasos. Y es que los concursos, talents shows y demás formatos de este género siguen siendo territorios predominantemente masculinos.

Roberto Leal, Ion Aramendi, Carlos Sobera, Dani Mateo... La lista de nombres de presentadores que destacan en espacios de entretenimiento es muy larga. Sin embargo, al mencionar a mujeres que trabajan en esos programas, cuesta más encontrar ejemplos y, cuando se encuentran, suelen ejercer el rol de 'copresentadoras' o 'azafatas'.

Lo preocupante de esta situación es que parece estar viviéndose una involución con respecto a décadas anteriores, cuando mujeres como María Teresa Campos, Mercedes Milá, Isabel Gemio, Concha Velasco o Carmen Sevilla se convirtieron en estrellas televisivas y cotizadas presentadoras de programas de entretenimiento. Sin embargo, en la actualidad es más complicado encontrar féminas que destaquen en este género, algo que parece responder más a un retroceso en los criterios empresariales que a la escasez de talentos femeninos.

El entretenimiento televisivo parece haber retrocedido en igualdad de género. Mediaset

Para revertir esta situación, quizás haya que tomar como ejemplo la revolución que en los últimos años está viviendo la información televisiva. Mujeres como Susanna Griso, Ana Rosa Quintana, Mónica López, Cristina Pardo o Gloria Serra representan la 'feminización' de los formatos informativos y se han erigido como referentes en ese sector sin necesidad de estar a la sombra de ningún hombre.

Afortunadamente, en la programación actual existen ejemplos de mujeres profesionales de la televisión que han logrado brillar en el entretenimiento sin ser cuestionadas. La gran estrella televisiva es, por antonomasia, Cristina Pedroche. La presentadora, que comenzó su trayectoria como alocada reportera, ha conseguido hacerse un hueco en el mercado y convertirse en el rostro de las Campanadas de Antena 3, además de haber estado al frente de formatos como Pekín Express o Love Island.

Cristina Pedroche es la gran estrella del entretenimiento televisivo. Atresmedia

Sin salir de Atresmedia, Eva González es otra de las estrellas de la televisión que brilla con luz propia. La exmodelo se ha reinventado en los platós de televisión y. tras pasar por exitosos programas como UHF, Se llama copla o MasterChef, actualmente está al frente de una de las principales marcas de entretenimiento de Antena 3, el talent musical La Voz.

Mediaset es una de las compañías que más paridad demuestra entre sus rostros visibles. Carlota Corredera, Emma García o Sandra Barneda son algunas de las presentadoras estrella de Telecinco, que casualmente es la cadena generalista con más público femenino.

En el caso de TVE, resulta especialmente complicado encontrar mujeres que destaquen como presentadoras fuera del ámbito de la información. Desde la marcha de Eva González a Atresmedia, Raquel Sánchez Silva se ha convertido en el principal referente del entretenimiento en La 1 por su papel al frente de Maestros de la costura, pero es evidente que la cadena pública aún tiene mucho camino por recorrer.

En ese sentido, la cadena ha dado un importante paso recientemente con Sandra Cervera. La actriz de El secreto de Puente Viejo se ha estrenado como presentadora al frente de The Dancer y, aunque lo hace acompañada por Ion Aramendi, ambos comparten protagonismo y tareas, sin que ninguno destaque sobre el otro. De esta manera, cadena y productora demuestran su apuesta por la igualdad real y efectiva en este formato, un camino que se debería seguir en el mercado televisivo para lograr dar a las mujeres el lugar que siempre debieron tener.