Hace unas semanas, Jorge Javier Vázquez abría una pequeña guerra televisiva contra MasterChef, el programa culinario de Televisión Española. Y es que al presentador de Sálvame le llamó la atención el fichaje para la versión Celebrity de Victoria Abril, quien había negado la existencia del coronavirus de forma pública.
“¡Tócate los cojones! Una tía que es conflictiva, que es negacionista, que le han dado hostias hasta en carné de identidad... Y ahora resulta que es un programa blanco”, criticaba el de Badalona. Y es que Jorge Javier se sentía ofendido porque la CEO de Shine Iberia, Macarena Rey, dijo que desde su productora competían contra Supervivientes “con gente que cocina, diseña trajes, con un programa blanco”.
“A mí esta hipocresía entre compañeros... Lo que no puede ser es que sea tan evidente” continuó diciendo Vázquez, en su primer ataque. “Me gustaría que muchas de las personas que han ido a trabajar a MasterChef, que son conocidas, explicaran cuál ha sido su experiencia y en qué situaciones límites se les ha colocado para que luego den juego en el programa. Es que es un show. Si todos hablaran de cómo es la vida detrás de las cámaras”, añadía.
Uno de los antiguos concursantes de MasterChef Celebrity, Jesús Castro, ha dado de forma sutil la razón a Jorge Javier Vázquez, aunque sin entrar en detalles por la cláusula de confidencialidad. Así, a través de su cuenta de Instagram ha asegurado: “Mi experiencia fue nula. No me adapté al tipo de programa y a las teclas que tocaban para ellos tener contenido”.
Lo cierto es que el paso de Jesús Castro por el programa fue discreto, pero su actitud a la hora de aceptar las valoraciones tampoco jugó a su favor. El protagonista de ‘El niño’ vivió choques con el juez Jordi Cruz que no gustaron a la audiencia, reconocía que no le gustaba perder, y al final, terminó convirtiéndose en el tercer expulsado.
Durante la presentación virtual de su temporada, el propio Cruz reveló que había habido momentos de gran tensión en el programa con el actor. “Jesús es maravilloso, pero vino tranquilo. Cuando meto caña es para provocar una reacción que haga que cocinen más. En este caso creo que es la primera vez que lo hago para, simplemente, provocar algo. Es verdad que fue un poco innecesario”, admitía el chef.