Sabía Joaquín que se metería en problemas si contaba determinados chistes en El Hormiguero porque no es lo mismo hacerlo en una reunión con amigos que en un programa de prime time que cada noche ven más de 2 millones de espectadores.
De hecho, su mujer le había recomendado no hacerlo. Sin embargo, Pablo Motos le dio permiso para contarlo, aunque también consciente del charco en el que se estaba metiendo. "Mañana la que me ve a caer va a ser chica...", reconocía el futbolista.
De ahí que sólo unos minutos después de que el bético contara un chiste sobre enanos y otro sobre gordos, los dos pidieran disculpas a todos los espectadores del programa, aunque no sin cierta sorna. "Desde aquí pedimos perdón a toda España, a todo el mundo, a todos los conductores", decía.
La entrega de ayer de El Hormiguero congregó un gran 20,3% de cuota de pantalla y 3.244.000 espectadores y fue uno de los programas más comentados en redes sociales con más de 103.000 interacciones en el día.