Leonardo Da Vinci es una de las grandes figuras del arte universal y su salto como protagonista de una nueva serie de televisión, no iba a ser desde luego un fracaso. Es lo que le está ocurriendo a la aclamada serie Leonardo, la superproducción europea protagonizada por Aidan Turner, Matilda De Angelis, Freddie Highmore, Giancarlo Giannini, James D‘Arcy y el español Carlos Cuevas; que en su estreno de la semana pasada ha tenido una gran aceptación entre el público de las noches de los jueves en La 1 de Televisión Española.
En Italia, el éxito ha sido aún más arrollador, dado que de media, los ocho capítulos de la serie han cosechado en el país transalpino una media de 6 millones de espectadores y un 25% de cuota de pantalla, a lo largo del mes de marzo. El día del estreno, la serie Leonardo arrancó su emisión en la cadena pública italiana Rai 1, de hecho, con 7 millones de espectadores y casi el 30% de cuota de pantalla. Aun así, la creación y sucesiva emisión de la serie televisiva acerca del artista e ingeniero florentino ha desatado ciertas controversias entre los historiadores, la prensa y el público del país con forma de bota.
¿Dónde está el límite para reinterpretar un personaje histórico en aras de que sea más narrativo en televisión? Éste ha sido uno de los controvertidos debates en la prensa italiana acerca de la nueva serie que trata la vida del autor de la Gioconda. Si por un lado los productores de la serie Leonardo ya han confirmado la creación de una segunda temporada; lo cierto es que las licencias narrativas que se han tomado los guionistas han provocado cierta perplejidad entre los expertos.
Uno de los personajes más ampliamente discutidos ha sido el que ha interpretado la actriz italiana Matilda De Angelis, en el papel de Catalina Da Cremona. Un personaje que, con dicho nombre, tal cual, nunca ha existido; aunque Leonardo se refiriera de algún modo a ella en sus escritos. Así pues, no se sabe si, finalmente, el nombre de una de las modelos del genio toscano fue realmente el de “Catalina”. No se sabe ni siquiera si dicha figura existió realmente porque, tal como aseguraron los creadores de la serie, Frank Spotnitz e Steve Thompson, Catalina Da Cremona es un personaje inventado.
El productor de la serie, Luca Bernabei, tuvo que admitir a la prensa italiana que, en el fondo, se trata de “ficción”, frente a las numerosas críticas que han ido surgiendo en el país: “Nosotros hacemos series de televisión, no documentales. Como es lógico nos hemos inspirado en las fuentes históricas y hemos estudiado muchísimo. Pero también hemos tenido la necesidad de algo entre un evento y otro”. En una escena, por ejemplo, el personaje de Catalina Da Cremona cobra una dimensión tan fantástica, que en un momento determinado, estando ella desnuda, le brotan un par de alas.
Uno de los elementos que, de hecho, han favorecido las perplejidades acerca de la serie Leonardo es que no sólo Catalina Da Cremona es un personaje inventado, sino que además es el eje de la serie, porque su homicidio convierte a la historia en un thriller renacentista. Para los expertos en cine e historia transalpinos, poner el foco en el homicidio de Catalina Da Cremona ha sido una de las mayores licencias creativas que los guionistas se han tomado para darle ritmo a la serie.
Así pues, la sensación es que el personaje y los medios eran más que suficientes para una serie de gran envergadura, pero faltaba algo más. Tratándose de un artista del Renacimiento, no con pocas dificultades en términos narrativos para televisión; la historia del homicidio de Catalina Da Cremona era el elemento necesario para reforzar una historia que, de partida, a priori contaba “sólo” con un personaje universal, unos escenario inmejorables y un magnífico reparto.
Ante el florecimiento de críticas en el país transalpino vinculadas al exceso de fantasía, los responsables de la serie han tenido que justificar sus elecciones: “No hemos inventado mucho más, hemos creado la historia del homicidio de Catalina Da Cremona para explorar la mente y el alma de Leonardo Da Vinci”, tal como aseguró hace unos meses Luca Bernabei, productor de la serie Leonardo. Matilda De Angelis, intérprete del personaje de Catalina Da Cremona, ha llegado a admitir que la serie ha sido producida “haciéndole un guiño al mundo de la televisión, una serie sobre Leonardo no podía ser un tostón”, confesó De Angelis.
No es la primera vez que en Italia se produce un fenómeno televisivo vinculado a una época gloriosa o a personajes célebres del país, como es el caso de la serie de televisión Los Médici, que fue emitida entre 2016 y 2019 y narra la historia de la célebre familia florentina que capitaneó el poder de la capital toscana en pleno Renacimiento. Dos series que también llevaron a la pequeña pantalla los entresijos del Estado más pequeño del mundo, la Ciudad del Vaticano, fueron The Young Pope (2016) y The New Pope (2020), protagonizadas por los estadounidenses Jude Law y John Malkovich, el italiano Silvio Orlando y el español Javier Cámara.
El mundo del arte tiene un gran predicamento en la producción televisiva del conocido país con forma de bota: “Los datos de audiencia han premiado, una vez más, el deseo de unir historia, belleza e Italia”, aseguró hace unas semanas el ministro de Cultura transalpino, Dario Franceschini, quien añadió que “el éxito de Leonardo es una guía para la televisión italiana para invertir cada vez más en cultura, cine y audiovisual”.
La plataforma por satélite Sky, por ejemplo, emisora del canal televisivo Sky Arte, se dedica a producir y promover películas documentales que primero pasan por las salas cinematográficas y que después gozan de la aceptación del público generalista en la pequeña pantalla. Así ocurrió en el caso de títulos como Raffaello, Il Principe delle Arti, Caravaggio, l’Anima e il Sangue o San Pedro y las Basílicas Papales. El arte y sus protagonistas, también pueden ser un motivo de atracción audiovisual. En el cine o bajo demanda.