Cuatro galas después, ya podemos afirmar que Top Star es uno de los grandes fracasos de la temporada. Este nuevo talent, creado y producido por Mediaset de la mano de Fremantle, se estrenó con mal pie, quedando muy por debajo del estreno de la nueva edición de La Voz Kids, y no ha logrado remontar el vuelo en sucesivas semanas.
De hecho, tras dos semanas en la noche del viernes, Telecinco decidida retirar el programa y reubicarlo en la del sábado, una menos competitiva a priori, con el objetivo de alzar esos pobres datos de audiencia. Sin embargo, el formato tampoco ha logrado despuntar en este día de la semana, llegando a caer ya por debajo de la barrera del millón de espectadores.
Como analizamos en BLUPER tras su estreno, el gran lastre de este programa han sido las prisas. Desde que Mediaset España anunciara su puesta en marcha hasta su estreno el pasado viernes 7 de mayo, habían pasado tan solo dos meses. Unos tiempos poco habituales en televisión y que podrían explicar por qué el formato no ha conseguido despuntar, entre otros motivos.
Y es que lo esencial para que un formato triunfe, y más uno de nueva creación, es que se dejen a un lado las prisas; al contrario, es necesario que el producto se mime y se realice con todo el tiempo, el dinero y dedicación que necesite, con el objetivo de que sus valores de producción cumplan unos estándares mínimos y que el espectador no huya despavorido, algo que lamentablemente no hemos visto en este formato.
De hecho, parecía que el programa llegaba con el único afán de cumplir el último resquicio del contrato de Isabel Pantoja, que la ataba al grupo como jurado de un último programa, además de conseguir un gran formato para la noche de los viernes con el que enfrentarse a la nueva edición del que fuera en otro tiempo su talent estrella. Así, el programa era lanzado en medio de sus grabaciones y sin apenas promoción
Pero sí en algo ha resultado fallido Top Star es en su propia mecánica. Lo primordial para que el espectador se enganche es que entienda qué está pasando, y precisamente una de las principales críticas de los televidentes tras su estreno es que no se entendía cuál era el objetivo principal del programa. De hecho, ni Isabel Pantoja parecía tenerlo claro.
Otro de los reclamos con los que arrancaba el programa era la presencia de cantantes conocidos que no habían logrado triunfar y que veían en este programa una segunda oportunidad para llegar al éxito. Sin embargo, esto tampoco ha terminado funcionando. Ver a Javián (OT 1), a Brequette (La Voz 1) o a Chipper (OT 6), parecía interesante en la teoría, pero no en la práctica.
Además, las propias actuaciones no son demasiado llamativas. El programa lo apuesta todo a las "peleas" de los miembros del jurado por la voz de los talents y sus pujas económicas, pero sus actuaciones previas no tienen grandes puestas en escena que conviertan al programa en un show entretenido para el prime time.
Una mala noticia para el sector
Como decíamos en el primer análisis tras su estreno, uno de los puntos más positivos y aclamados del programa es la presencia de Danna Paola. La estrella mexicana, conocida principalmente en nuestro país por su papel de Lucrecia en Élite, se estrenaba como jurado en nuestro país con este programa tras su paso por La Academia. Sería una pena, por tanto, que esta fuera su última participación en nuesto país por una mala experiencia.
Por otro lado, parece incompatible que uno de tus principales reclamos, el regreso de Isabel Pantoja a un programa musical, haya estado precedido de una campaña de desprestigio, y al mismo tiempo pretender convertirla en estrella de tu nuevo show, después de que el público haya perdido cualquier atisbo de empatía hacía ella. De hecho, hace tan solo unos días Sálvame volvía a cebarse con la tonadillera.
En cuanto al último nombre del jurado, Risto Mejide, en la rueda de prensa de presentación, aseguró que "a la prensa especializada os interesa que esto funcione muy bien. En estos quince años que llevo en la tele, he estrenado nuevos formatos como Chester, Todo es mentira y ahora como jurado Top Star. Es una oportunidad para vosotros como industria. Deseamos todos que vaya muy bien este tipo de formato".
Y Risto Mejide tenía toda la razón asegurando que a la industria le vendría bien que un formato creado en España funcionara bien. Sin embargo, el programa dormía con su enemigo. O en Mediaset entienden que un buen producto requiere tiempo, o éste será el camino para todas aquellas apuestas en las que primen más las prisas o el ahorro que el resultado final.
Porque Top Star era una buena oportunidad para crear un formato original, de calidad, que consiguiera llamar la atención de los mercados internacionales. Sin embargo, viendo sus registros de audiencia y lo fallido de su propuesta no parece que vaya a salir de nuestras fronteras, ni siquiera que vaya a repetirse aquí.