La presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, continúa su guerra contra Telemadrid. La política popular ha descartado a la televisión pública madrileña para la producción y realización del acto oficial de su toma de posesión, previsto para el próximo sábado 19 de junio en la Real Casa de Correos.
Esta medida, que es continuación de la decisión del Gobierno regional de excluir a Telemadrid en la producción de los actos del Día de la Comunidad de Madrid, el pasado 2 de mayo, rompe así con la tradición que siempre ha encomendado a la televisión pública de Madrid la realización de la señal institucional de este acto.
Por este motivo, el Consejo de Administración de RTVM, en el ejercicio de las funciones que le están encomendadas legalmente, manifiesta que "dicha decisión afecta al papel institucional de la televisión pública autonómica y que supone un vaciamiento de las funciones que la ley 8/2015 prevé para la prestación del servicio público audiovisual. Resulta llamativo que sea el propio Gobierno regional, accionista único de Telemadrid, quién adopte este tipo de decisiones que afectan a las funciones más básicas que se esperan de la televisión pública y a su papel en la sociedad madrileña".
El Consejo quiere subrayar además "el alcance económico que supone esta decisión. Telemadrid, como empresa pública, está preparada para canalizar la actividad audiovisual institucional de la Comunidad de Madrid con sus propios presupuestos, evitando así cualquier tipo de gasto adicional de la Administración madrileña que pueda suponer un uso no eficiente y razonable de los recursos públicos ya comprometidos".
Continuos ataques
Desde su llegada a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Díaz Ayuso siempre se ha mostrado muy contraria a la actual Telemadrid, llegando a decir que "no es un servicio público esencial" o que es "la única presidenta autonómica y del Gobierno de España que tiene una televisión que le es crítica".
Unas palabras que fueron contestadas por el director general de Telemadrid, José Pablo López, que acusó a la presidenta de intentar "desgastarle", y defendió que él y los trabajadores de la cadena pública no son "críticos", sino "profesionales".
Esta guerra abierta llegó a su punto culmen a principios de este año cuando Díaz Ayuso se negó a atender a la cadena autonómica durante el fin de semana del temporal Filomena, a pesar de los fuertes estragos que estaba causando.
La presidenta no perdonó a la periodista de Telemadrid, Silvia Intxaurrondo, haberla puesto contra las cuerdas a finales de octubre al preguntarle por la contratación del nuevo hospital de Isabel Zendal. Días después, tras las críticas, la presidenta por fin terminaba atendiendo a la cadena a través de 120 minutos, el programa presentado por María Rey y producido por Unicorn Content, la productora de Ana Rosa Quintana.
Asimismo, hace ahora unas semanas, la presidenta popular se negó a debatir en la televisión pública madrileña ya que prefería que este debate lo organizara la Academia de la Televisión. Finalmente, tras las continuas presiones, accedió a acudir a Telemadrid el pasado miércoles 21 de abril.
Según publicó ABC, Díaz Ayuso prepara un cambio de ley para controlar el nombramiento de la dirección de Telemadrid. Los términos de la modificación legal "aún están por definirse" y se enmarcan en las negociaciones entre el PP y Vox para el acuerdo de investidura de Ayuso.