Albert Álvarez, segundo clasificado de Supervivientes 2019, ha desvelado la realidad sobre el reality de Telecinco, poniendo en duda la supuesta dureza de la experiencia. El extronista de Mujeres y Hombres y Viceversa, que actualmente participa en Solos junto a Danna Ponce, ha calificado el formato como "supervivencia limitada, convivencia complicada".
El deportista ha comentado en el reality de Mitele PLUS que algunas de las cosas que se ven en Supervivientes no son reales. "La leña te la traen ellos. Todo está protegido. Si tú cortas algo son 3.000 euros de multa", ha explicado en el pisito de Mediaset.
Albert asegura que quiso hacer una cabaña en la isla, pero ni siquiera eso se le permitió, pues el concurso se desarrolla en el espacio natural protegido de Cayos Cochinos en Honduras, por lo que hay estrictas limitaciones para quienes pisen las islas.
Según le ha explicado a su compañera de convivencia, su experiencia fue tan decepcionante que le gustaría poder participar en un formato de supervivencia "de verdad" para ponerse realmente al límite físico y mental, algo que esperaba hacer en Supervivientes, pero que finalmente se quedó a medias.
Lo que sí parece ser real es el hambre que pasan los supervivientes, pues el valenciano adelgazó 15 kilos durante su estancia en la isla y tuvo secuelas psicológicas que aún sufre, según él mismo explicó en Lecturas tras salir del concurso. "Al llegar me guardaba comida en el bolsillo y, a veces, aún tengo la necesidad de terminarme todo lo que tengo en el plato. En cuanto noto algo de hambre me entra ansiedad".
En la misma conversación, el exconcursante desveló que tuvo que dormir en el suelo durante varios días al volver a casa, ya que el colchón le resultaba incómodo. Además, dijo que el techo de la habitación le generaba ansiedad tras haber pasado tres meses durmiendo al aire libre en los Cayos Cochinos.