Pablo Díaz es desde este jueves 1 de julio el ganador del tercer bote más grande de la historia de Pasapalabra. El tinerfeño llevaba seis años luchando sin descanso y estudiando a consciencia, pero la recompensa bien ha merecido la pena: 1.828.000 euros.
Este joven violinista se ha ganado el cariño del público a lo largo de los 260 programas en los que ha protagonizado momentos divertidos, duelos de vértigo y algún que otro traspié que, sin embargo, no le ha alejado de esta victoria final.
Ahora, ya como millonario, Pablo Díaz atiende a BLUPER y mantiene la característica sencillez por la que más de cuatro millones de espectadores han empatizado con él y han vivido emocionados su gran momento este jueves. Una emoción que tampoco pudo contener Roberto leal, a quien el concursante ya considera "un amigo".
¿Tuvo algo especial este rosco para conseguir ganarlo? ¿Notaste que era más fácil?
Este rosco era igual de difícil que los otros 259 que he hecho. A mi juicio, tenía cuatro palabras difíciles, como todos los roscos, dos de diccionario y dos de fuera de diccionario. ¿Qué ha tenido este rosco para que me lo lleve? Pues palabras de las que justo me acordaba, no hay más trampa. Las de 'nabato' y 'vilano' me las sabía porque la primera había salido otro día y la segunda me había memorizado todas las palabras con 'v' del diccionario. Las otras dos, 'Ilves' y 'Risaralda', me las sabía porque tenía apuntados todos los presidentes y todas las capitales y divisiones administrativas de todos los países. Realmente, ha sido casualidad de que justo ese rosco me lo sabía. Ha habido otros roscos en los que tenía todo apuntado y no me he acordado. Vamos, que se alinearon los astros.
Lo resolviste en la segunda vuelta con 12 aciertos del tirón. ¿En qué momento supiste que te llevarías el bote?
Probablemente, cuando escuché la 'v' en la primera vuelta. Ahí pensé que tenía opciones para todas y que ya habían salido todas las difíciles. 'Dux' se considera fácil, aunque es un poquito complicada, pero la tenía. Aunque siempre dudas, dudé en la 'c' entre 'capo' y 'cabecilla', dudaba en la 'v' entre 'vilano' y 'verolis'... Tenía algunas dudas, pero en la 'v' de la primera vuelta pensé que era posible.
Algunos ganadores anteriores han reconocido que tuvieron un pálpito o una sensación diferente el día que se llevaron el bote. ¿Tú sentiste algo distinto al resto de grabaciones?
Era un día tan normal que fue el primer programa que grabábamos un lunes. Yo no tenía pálpito de nada porque, para mí, era comenzar una semana más en el programa. Hay un punto en el que llegas a una rutina en la que, evidentemente, siempre concursas para ganar el bote, pero nunca dices: 'Este es el programa, lo intuyo'. No, cada día es un programa más. Da la casualidad de que ese te lo sabes, no hay pálpito. Fue casualidad y yo en ese momento no estaba pensando ni bien, ni mal. Estaba pensando: Es un día más.
¿Cómo has llevado la repentina popularidad que te ha dado el programa?
El salto a la fama lo he notado, sobre todo, por la repercusión que he tenido en redes sociales. Hasta tal punto que, ahora mi trabajo se lo debo a Pasapalabra. La repercusión que he tenido gracias al programa es lo que ha hecho que ahora pueda tener suficiente gente en Twitch como para poder vivir de ello. Eso es lo que más repercusión ha tenido. La fama no es que no me guste, pero no le doy importancia. A mí lo que me importa es mi gente cercana, la gente a la que quiero y que siempre ha estado ahí. Yo no voy a cambiar, voy a llevar la misma vida que llevaba hace dos años. Pero es verdad que el hecho de que la gente te conozca por un programa de la tele hace que muchas cosas cambien. Para empezar, mi trabajo, que ya digo que puedo vivir de eso.
¿Cuántos suscriptores tienes ya en Twitch? ¿Cuánto dinero puedes ganar al mes gracias a esta herramienta?
Yo en Twitch tengo ahora mismo unos 50.000 seguidores, aunque 10.000 se unieron ayer tras ganar el bote de Pasapalabra. Pero lo que hace que recibas dinero de Twitch, en gran medida, son los suscriptores. Los suscriptores son gente que, voluntariamente, donan dinero al mes. Son 5 euros, pero si entras con Amazon Prime es gratis, porque Twitch es de esta plataforma. A mí me llegan unos 2.5 euros de cada uno de ellos. Esos suscriptores obtienen algunos beneficios, como elegir su canción favorita para que la toque durante el streaming, les mando apuntes de Pasapalabra de mi base de datos... De ahí es donde viene la mayor parte de los ingresos. Antes del bote tenía unos 400 suscriptores, que eso son como unos 900 euros al mes. Ahora me han subido un montón, pero esto es muy efímero. Es una ola, ahora estoy muy arriba, pero a saber cómo estaré en octubre. Por si acaso, no me pillo los dedos, pero se vive bien. A eso hay que sumarle un poquito de dinero que recibo a través de la publicidad. Fundamentalmente, gracias a las suscripciones.
Todo el mundo tiene una imagen idealizada de ti: violinista, estudioso, exitoso, ahora con pareja... ¿Tienes algún gran defecto o algo que te haya salido mal?
Un defecto que se puede convertir en virtud, según el momento, es que tengo una mente un poco obsesiva con algunas cosas y eso a la larga no es muy sano. Si hay algo que se me mete entre ceja y ceja voy a estar ahí al 100%, es el caso de Pasapalabra. Lo más importante es tener los pies en la tierra y hacer que eso no te aparte de otras cosas que también son importantes. Siempre trato de no desatender el quedar con mis amigos, estar con mi familia aunque haya algo muy importante a lo que quiera dedicar mucho tiempo.
En estos 260 programas, ¿te has llegado a plantear dejarlo?
No realmente. Yo me tomé Pasapalabra como un tren que pasa y que tienes que aprovechar ahora mismo, yo he estado en el programa tres veces: la primera a principios de 2017, estuve 47 programas, Julio Escartín se llevó el bote en su primer programa y me tuve que ir a casa, que es lo que le ha pasado ahora a Javier Dávila; la segunda vez estuve sólo tres programas y perdí la silla azul; y esta es la tercera. Siempre me lo he tomado como algo que es muy efímero pero muy intenso, así que todo lo que pueda dedicar al programa lo voy a hacer. Si yo tiro la toalla estoy dejando pasar un tren que no va a durar mucho, es una cuestión de meses, semanas o incluso días. Si hubiera perdido la silla azul probablemente no hubiera tirado la toalla, pero sí que me habría costado. Yo llevo estudiando desde 2015 para Pasapalabra y de haber perdido probablemente hasta 2023 no hubiera vuelto a intentar concursar. La sola idea de estar dos años más sí me hubiera pesado mucho, por eso estoy tan aliviado de haber conseguido el bote, es el culmen de años de estudios y la sensación de haber conseguido mi objetivo.
Te llevas 1.828.000 euros y Hacienda se lleva casi la mitad. ¿Te parece justo el porcentaje que tienes que aportar?
Me parece justo que se lo cobre a una persona que gane esa cantidad todos los años. Ahora bien, que una persona cobre de una vez 1.828.000 euros y ya nunca más, no lo sé. Algunas personas pensarán una cosa y otras otras, yo no voy a mojarme, pero sí pondría de manifiesto que no es lo mismo ganarlo un año que todos los años siempre.
Este mes Antena 3 se ha volcado con el Orgullo LGTBI. ¿Te identificas con los valores del colectivo? ¿Te has planteado hacer algún tipo de iniciativa en tu canal de Twitch?
Por supuesto. Apoyo absolutamente y sin ninguna clase de ambigüedad la lucha de los derechos del colectivo LGTB, me parece que es un avance que en una sociedad del siglo XXI estos valores estén cada vez más extendidos en la sociedad. El mundo occidental va avanzando mucho, aunque siempre hay mucho por hacer y que se sumen estas grandes empresas me parece una muy buena noticia.
¿En este tiempo has tenido que tener más cuidado y pensar dos veces antes de escribir en las redes?
Sí, cuando eres una figura pública que sale todos los días en la tele tienes que tener cuidado, no es lo mismo hablar con tus amigos en una terraza que decirlo públicamente. He expresado alguna opinión personal, pero casi siempre he intentado mantenerme bastante al margen. Al final Pasapalabra no es un programa de cotilleo, es un concurso cultural muy blanco y realmente no veo la necesidad de decir cosas más personales del concursante.
Una de las imágenes más emocionantes del programa en el que ganaste el bote fue la reacción de Roberto Leal. ¿Cómo ha sido tu relación con él?
Roberto es una persona muy maja, te hace sentir superbién, mi relación con él es muy buena y lo considero un amigo. Ninguno de los dos pudimos contener las lágrimas porque hemos vivido muchas experiencias en este último año y nos da mucha pena no poder seguirnos viendo todas las semanas, pero estoy seguro de que le va a ir genial, es un profesional muy fuerte y lo tiene todo para ser el mejor presentador ahora mismo.
Con Christian Gálvez también compartiste tiempo en Telecinco, ¿te ha escrito?
A Christian le tengo mucho respeto y mucha estima, también lo considero un amigo. Me ha felicitado por el bote y le quiero mandar un abrazo gigante porque también viví muchas experiencias con él y me parece un profesional como la copa de un pino, así que estoy seguro de que le va a ir superbién en la vida.