Rocío Carrasco ha dado un paso más en su nueva vida. Tras protagonizar la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva y mientras prepara la segunda entrega, la hija de 'la más grande' ha fichado por Sálvame para convertirse en la nueva defensora de la audiencia. Mientras tanto, crecen los rumores sobre la producción de un posible documental en el que Rocío Flores responderá a su madre.
La protagonista ha desmentido esta noticia, pero lo cierto es que las negociaciones con Unicorn han existido y, llegados a este punto, cabe preguntarse qué papel está dispuesto a jugar Telecinco en este juego peligroso que ha convertido las instalaciones de Fuencarral en un polvorín.
La 'guerra' de productoras en Mediaset desde la emisión de la docuserie es evidente. Mientras en Sálvame se defenestra a Antonio David y cierra filas en torno a Rocío Carrasco, en El programa de Ana Rosa ha habido colaboradores cuestionando hasta su intento de suicidio, se ha contratado a Rocío Flores como colaboradora y ahora su productora pretende darle voz en un nuevo formato similar al que ha protagonizado su madre.
Evidentemente, partimos de la base de que la libertad de expresión debe respetarse y Rocío Flores tiene el mismo derecho que su madre a contar su verdad, pero hay ocasiones en las que no se puede nadar y guardar la ropa, sobre todo cuando Telecinco se ha erigido como justiciera para desmontar "la mayor mentira de la prensa del corazón" con el relato de Rocío Carrasco.
La hija de Antonio David Flores ha tenido la oportunidad de responder a su madre en las múltiples ocasiones en las que se le ha preguntado por el asunto, ya sea en la calle, en el plató de Ana Rosa o en el de Supervivientes. Ella ha preferido guardar silencio y, las veces que ha hablado, lo ha hecho para seguir defendiendo férreamente a su padre y a la mujer de este, infligiendo en cada una de sus intervenciones más dolor a su madre.
Una vez más, hemos de recurrir a la desafortunada reflexión de Carlota Corredera en el Deluxe, donde se preguntó qué habría pasado si la docuserie se hubiese emitido en Netflix. Ella se hizo esa pregunta para defender el trabajo de Telecinco, pero la respuesta a esa cuestión quizá no deje en buen lugar a la cadena de Vasile. ¿Habría permitido Netflix que Ismael Álvarez, el político acosador de Nevenka Fernández, protagonizase su propio documental respondiendo a su víctima? ¿Se pueden equiparar los testimonios de víctimas y verdugos?
Algunas personas podrán alegar que la plataforma sí quiso dar voz al exalcalde de Ponferrada, de hecho, contactaron con él durante la producción del documental, pero se negó a hablar. Sí, es cierto. Pero su testimonio, en contraste con el de Nevenka, habría servido para reafirmar que, además de ser un acosador, no muestra un ápice de arrepentimiento.
Volviendo a Telecinco, habría que ver qué enfoque se le daría a una docuserie protagonizada por Rocío Flores, sobre todo teniendo en cuenta que estaría ejecutada por una productora cuyos colaboradores y presentadores todavía no le han preguntado por qué le dio una paliza a su madre hasta dejarla inconsciente, por qué no ha sido capaz de pedirle perdón y por qué sigue manteniendo un silencio cómplice con respecto a todas las mentiras demostradas de su padre.
Es precisamente la cadena la que ha decidido convertir un formato televisivo en un acto de justicia, en una declaración de principios en la que hasta se ha atrevido a dar lecciones a otros medios. Y por este motivo Mediaset no puede permitirse seguir jugando a ser juez y parte en la historia de Rocío Carrasco.
Roma no se construyó en un día, pero bastarían unas horas para destruirla. Todo lo que Telecinco ha intentado cimentar con la docuserie podría derrumbarse si da voz a Rocío Flores para seguir permitiendo el maltrato mediático a su madre. Al fin y al cabo una pera es una pera, una manzana es una manzana y una paliza es una paliza.