Cuando parecía que el regreso de GH VIP estaba más cerca que nunca, Mediaset lanzaba la gran bomba: paraliza la producción de la octava edición del programa y apuesta por un nuevo formato, Secret Story. De éxito internacional, este reality show cuenta con elementos muy similares a Gran Hermano.
La pregunta que muchos espectadores se hacen es por qué Telecinco habría decidido recular y posponer la llegada del VIP. La respuesta parece muy sencilla: el caso Carlota aún sigue abierto. Por ello, una nueva sentencia en medio de la emisión del programa podría desencadenar una nueva ola de protestas y, lo que es peor, una nueva fuga de anunciantes.
Hay que recordar que el tratamiento que el programa hizo de esta agresión sexual acabó provocando un boicot de anunciantes que obligó a la cadena a poner 'en barbecho' al formato GH, un parón al que se pretendía poner fin este otoño, algo que finalmente no ocurrirá.
Porque antes que curar, Mediaset habría preferido prevenir y apostar por este nuevo reality show que, en esencia, es muy similar a Gran Hermano. De hecho, su premisa es muy similar a la que ya tuviera una de las ediciones más míticas del formato en los últimos años: Gran Hermano 16.
Porque en Secret Story los secretos son el motor de la convivencia. Suelen ser secretos de carácter personal, algunos que nazcan en el concurso e incluso algunos colectivos, compartidos por varios concursantes. Mantener en secreto esa información será esencial para mantener el dinero con el que todos parten y convertirse en vencedores.
De la misma forma que los espectadores tratarán de descubrir estos secretos, los concursantes tendrán que indagar para descubrir los de sus compañeros. Cuando un participante crea saber algo activa una alarma y cuenta la información en voz alta. Si está en lo cierto, le roba el dinero acumulado del desenmascarado, si falla, pierde su bote.
Bajo el claim ‘Todos tienen secretos. Descúbrelos’, los espectadores se convertirán en investigadores y serán testigos de las estrategias de los concursantes. Además, siguiendo también la dinámica de GH, la audiencia será testigo de su convivencia 24 horas y decidirá el devenir del concurso.
Otro elemento que une a ambos formatos es la voz de un Super. En el caso de Secret Story se trata de La voz, un personaje que se puede dirigir a los concursantes en cualquier momento para darles instrucciones, lanzando en primer lugar una frase que puede terminar siendo mítica: “aquí la voz".
Uno de los grandes interrogantes que se presentan es qué tipo de secretos tendrán los famosos concursantes. Porque esta será la primera edición internacional con celebrities, con lo que será un precedente para todo el planeta. Y mientras con anónimos los secretos son fáciles de mantener, con famosos de los que conocemos buena parte de su vida será más complicado.
Gran Hermano 16, el precedente español de ‘Secret Story’
Como decíamos, ya hubo una edición de Gran Hermano en nuestro país que trajo la premisa de este reality. Se trata de GH 16, la que fuera la última edición presentaba por Mercedes Mila. Presentada bajo el lema Gran Hermano dicishhh, esta edición se convirtió en una de las más míticas gracias en parte a esa premisa, pero también a su buen casting.
En este caso, cada concursante partía con un secreto. En caso de que alguien lo descubriera, su premio final descendía en 100.000 euros, algo que solo tendría consecuencias en caso de que dicho concursante se proclamara vencedor. Además, existían algunos emplazamientos en la casa que solo algunos concursantes conocían, algo que el programa utilizaba para darle más entidad de misterio a la edición.
En esta edición descubrimos a Maite y Sofía. Dos de los rostros más mediáticos de la actualidad en Mediaset tuvieron que fingir no ser madre e hija, y hacer con que no se conocían. Para rizar más el rizo, Maite tendría que decir que Suso era su hijo y mantener el secreto mientras evitaba mantener relación con su verdadera hija.
Pero no eran ellos los que tenían los secretos más rocambolescos. Carolina, especialmente recordada por su histriónica expulsión en la gale de Halloween, tuvo que esconder que veía muertos; Marina, que poseía un bebé reborn y tuvo que fingir que era real; Amanda, que era atleta profesional o Enrique, que en realidad era un experto en el concurso.
En contraposición, otros concursante como Niedziela, Vera, Raquel o Muti tenían secretos menos interesantes, ya que tan solo tenían que esconder que no conocían las habitaciones secretas. Finalmente, Sofía Suescun se proclamaba vencedora del programa.
Esta edición del reality supuso una especie de renacimiento del formato. Con un 23,1% de cuota de pantalla y 2.855.000 espectadores, GH 16 se convirtió en la edición más vista del programa en lo referido a share desde GH 11 y en la más vista en número de espectadores desde GH 12+1.
Queda por ver de qué forma Mediaset adapta este nuevo formato, y si termina siendo un programa que llega para quedarse y se mete en la cartera de realities de la cadena junto a GH y Supervivientes, o termina siendo un formato fallido como La Casa Fuerte.