Christian Gálvez volverá muy pronto a televisión. El presentador se pondrá al frente del nuevo Alta tensión de Telecinco, una reformulación de un concurso ya conocido por los espectadores españoles que ha tenido dos etapas en televisión, la última entre 2006 y 2008 de la mano de Luis Larrodera.
Con este concurso, que presumiblemente ocupará la franja de las 20 horas, Telecinco competirá de tú a tú con Pasapalabra para tratar de arrebatar el liderazgo o, al menos, hacer disminuir los impresionantes registros del espacio de Antena 3. En este sentido, Alta tensión cuenta con algunos puntos a favor, y otros tantos en contra, para lograr esta difícil tarea y convertirse en lo más visto de esta complicada franja.
Para empezar, los precedentes no son nada halagüeños. Hace unos meses, Telecinco decidía prescindir de Sálvame Tomate, un espacio que había funcionado realmente bien contra Pasapalabra, y se lanzaba a recuperar otro concurso mítico: El precio justo.
Finalmente, el espacio conducido por Carlos Sobera no logró destacar en términos de audiencia y se despedía de Telecinco el 10 de junio para pasar a las mañanas de Cuatro. En la cadena principal de Mediaset anotó datos en torno al 12% de cuota de pantalla, siendo su máximo el día del estreno con un 13,5% y 1.701.000 espectadores, insuficientes para su renovación.
Por tanto, Alta tensión tendría que mejorar de forma notable esos datos para asegurarse una larga continuidad en el canal y superar también el buen funcionamiento del Tomate para justificar la apuesta.
Pero sin duda, el mayor reto de Alta tensión será su propio contrincante. Pasapalabra ha demostrado en primer este año en su nueva etapa en Antena 3 una eficacia que pocos programas de televisión tienen hoy en día. Sin ir más lejos, el programa conseguía la audiencia más alta para la entrega de un bote en toda su historia.
Sin embargo, hay algo a lo que se puede agarrar Alta tensión y que es uno de sus grandes puntos a favor: la desaparición de Pablo Díaz de Pasapalabra y el bajo bote actual. Normalmente, cuando uno de estos concursantes históricos se marcha del programa y el contador del bote se resetea, las audiencias se resienten y el público tarda en volver a engancharse a los nuevos concursantes.
De esta forma, este nuevo Alta tensión podría aprovechar estos momentos para hacerse un hueco. Además, si finalmente el espacio llega en verano, aprovechará la etapa estival para enganchar espectadores, ya que suele una buena época para testar nuevos formatos.
Según las informaciones, el concurso comenzará las grabaciones en los próximos días y prevé emitir sus primeras entregas desde este verano. Esta versión mantendrá la esencia del formato original, aunque incorporará elementos novedosos para esta nueva etapa en Telecinco.
Con Alta Tensión, Christian Gálvez volverá a estar al frente de un programa propio en la cadena tras el abrupto final de Pasapalabra y el improvisado El tirón. La pasada Nochevieja, Mediaset escenificaba la continuidad de su vinculación con el madrileño escogiéndole para presentar las Campanadas junto a Sandra Barneda.
En este sentido, el regreso de Gálvez a televisión también es un punto positivo. Y es que ssu regreso será muy mediático, más aún teniendo en cuenta que se enfrentará al que fue su programa durante 12 años. Todas las miradas, tanto de espectadores como de medios de comunicación, estarán puesta en este concurso y sus resultados.
Así es 'Alta tensión'
Alta tensión es la adaptación española del formato internacional Wipeout, que se emitió entre 1998 y 1999 en Antena 3 con Constantino Romero como presentador y estaba producido por Gestmusic. En las tardes de la cadena cosechó excelentes datos de audiencia, con una media de 2.147.000 espectadores y un 26,4% de cuota.
El concurso también ha sido adaptado en Austria, Estados Unidos y Holanda. En España tuvo una segunda época en 2006 en Cuatro con Luis Larrodera, quien actualmente es la voz de El precio justo. Finalmente, en 2011 la productora Coral Europa se hizo con los derechos del formato para emitir una nueva versión en Veo Televisión con Ivonne Reyes.
El juego está basado en la estrategia y la habilidad, consta de varias rondas en las que los concursantes deberán ir acumulando dinero respondiendo a preguntas de cultura general, seleccionando las respuestas correctas entre paneles con diferentes opciones.