"La Anabel que estoy viendo últimamente no es la que yo conozco. No me gusta esa Anabel". Estas palabras eran pronunciadas por María Patiño el pasado miércoles 4 de agosto en Sálvame tras protagonizar un encontronazo con Anabel Pantoja por recordarle que no es hija de Isabel Pantoja y que tiene que saber cuál es su lugar.
Patiño acusó a su compañera de adoptar una actitud "déspota y subida" . "La Anabel que yo conozco es otra persona, yo no sé si es que está cargada de trabajo, si necesita un descanso...", reflexionaba la periodista. "Yo sé la nobleza que tienes, pero no puedo soportar cuando te vienes arriba", acababa diciéndole.
Lo cierto es que esta no es la primera vez que los colaboradores de Sálvame se preguntan qué le está pasando últimamente a su compañera, incapaces de ver que la respuesta a esa pregunta podría encontrarse en sus propias actitudes y en el acoso y derribo que la sobrina de la tonadillera lleva meses sufriendo en su puesto de trabajo.
A los eternos conflictos familiares que han hecho mella en el ánimo de la influencer se han sumado otras polémicas que el programa se ha encargado de inducir o de engordar para generar contenidos.
Hace unos días, el formato de Telecinco anunciaba el estreno de Anabel, al desnudo, un documental que abordará la vida de la colaboradora y sus "luces y sombras". Una vez más, la productora aprovechó para cebar este producto anunciando que no le haría ninguna gracia a Anabel ni a su familia. "Por lo poco que he podido saber, no te va a gustar absolutamente nada por la imagen que queda de ti, por el trasfondo que se cuenta", afirmaba Kiko Hernández.
"Si vais a tirar mi imagen por los suelos, me voy y no vuelvo", se quejaba ella, que se enteró en directo de los planes de la cadena de estrenar un documental sobre su vida pese a que había grabado, sin saberlo, la cabecera del mismo.
Por si esto fuera poco, el viernes el espacio aprovechaba su ausencia para abordar la supuesta infidelidad de su novio, Omar Sánchez, recogiendo un testimonio que no aporta ningún tipo de prueba sobre esa deslealtad.
Esta ha sido sólo la última ocasión en que Sálvame ha estirado la cuerda de su tensa relación laboral con la prima de Kiko Rivera. Y es que el pasado febrero la joven decidía abandonar indefinidamente el programa, superada por los acontecimientos. "Estáis consiguiendo que esto me dé asco. ¿Tú sabes lo que es tener asco a venir a Madrid?", clamaba antes de su marcha. Volvería, no obstante, apenas mes y medio después, aprovechando la participación de su novio en Supervivientes para poder defenderlo.
En los últimos meses, Anabel Pantoja ha tenido que enfrentarse en plató a un vídeo en el que discute con su novio mientras hace un directo 'perjudicada' en Instagram, a la polémica por la procedencia de las joyas que vende, al conflicto con Belén Esteban en el que Laura Fa aseguró que la dirección había malmetido, a los rumores sobre el pasado de su padre o a los supuestos testimonios de sus vecinos de Gran Canaria contra ella, entre otros asuntos.
Ni siquiera el día de su cumpleaños la colaboradora se libró de las sorpresas desagradables, y es que el programa decidió llevar a Dulce Delapiedra, una de las archienemigas de Isabel Pantoja, para cantarle el 'Cumpleaños feliz' vestida de una versión siniestra de Marilyn Monroe.
Mientras soporta uno tras otro los envites del formato en el que trabaja, Anabel sigue en el punto de mira de sus compañeros por su forma de afrontar este acoso. "Miente tanto como su tía", escribía Jorge Javier Vázquez sobre ella hace unas semanas en su blog de Lecturas, dedicándole adjetivos como "contradictoria", "caprichosa" y "soberbia".
Aun con todo, desde Sálvame se jactan de "proteger" a la colaboradora omitiendo ciertas informaciones sobre ella, tal y como afirmó Kike Calleja en una ocasión, despertando la imaginación de los espectadores, sembrando la duda y provocando el enésimo brote de Anabel en directo.
Más allá de lo que se considera 'hacer televisión', un juego al que se prestan todos y cada uno de los colaboradores que trabajan en Sálvame, el pacto se rompe en el momento en que las emociones y sentimientos de las personas implicadas se ven afectados. Anabel Pantoja no sólo está afrontando uno de los momentos personales más complicados de su vida por el conflicto entre su tía y su primo, sino que además debe lidiar con el afán de crear contenidos en torno a ella para ganar audiencia, sin que importe la forma en que estos puedan dañarla.
Un programa que se erige como defensor de las causas justas desde el estreno de Rocío, contar la verdad para seguir viva, que incluso es capaz de omitir un asunto de plena actualidad para proteger a Rocío Carrasco, como ha ocurrido con la entrevista a Olga Moreno, debe predicar con el ejemplo y empezar por proteger a todos sus trabajadores. De lo contrario, el nombre de Anabel Pantoja tiene muchas papeletas para sumarse al de Rosa Benito, Terelu Campos, Carmen Borrego en la lista de colaboradores que han tenido que irse para dejar de ser el esparrin de Sálvame.