Paz Padilla ha vuelto a protagonizar este lunes uno de sus acalorados discursos en Sálvame. La presentadora ha aprovechado el debate sobre los robados de Gema López en bikini para pronunciarse sobre el trabajo de los paparazzi y las revistas.
"A ver cuándo dejan de interesar los bikinis y los bañadores, eso es muy machista. Es muy machista ver el cuerpo de una mujer famosa en una portada. Es utilizar a una mujer como objeto", ha aseverado la presentadora. "Vivimos en una sociedad en la que parece que lo único que importa es el cuerpo. (...) Conozco a compañeras a las que le da vergüenza ponerse en bañador. ¡Dejadnos vivir tranquilas, que somos profesionales! Yo no vivo de estar buena", prosigue ante el silencio de los colaboradores.
Al final de su encendido speech, la humorista se ha dirigido directamente "a los que se dedican a esto". "Ya está bien, me encantaría sacaros a vosotros en calzoncillos y reírme". "Ya no toca eso, si estamos intentando el empoderamiento de la mujer, dejad de sacarnos en portadas", ha concluido Paz, que afirma rotunda que puede decir el nombre de "mil compañeros" que ya no quieren salir en las revistas porque no se practica el respeto que sí había antes.
Ante esta reflexión, Laura Fa ha intervenido para recordarle algo que la presentadora parece obviar: está cargando contra la industria en la que ella misma trabaja. "No puede ser que demonicemos algo que nosotros hacemos, que vivimos de eso", aportaba con lucidez la catalana.
Gema López se sumaba a su compañera para remar a favor de obra: "¿Trabajando en Sálvame nos va a extrañar que haya habido un cambio en las revistas? Si las revistas son los reyes magos al lado de lo que hacemos nosotros aquí", le ha reprochado la periodista.
En ese momento, y como suele hacer siempre que vierte sus opiniones, Paz Padilla ha recurrido a una desagradable experiencia personal para generalizar y cargar contra toda la prensa del corazón. La actriz ha revelado que, tras la muerte de su marido, una revista publicó la foto de la lápida. "No te lo voy a perdonar nunca y no voy a dar el nombre para no darte la oportunidad", le ha dicho al director de la publicación, de quien no ha querido desvelar su nombre. "Si hubieras sentido un poco de amor, no me haces esto, me tiré tres días llorando", ha confesado.
Finalmente, la gaditana ha zanjado su encendido discurso con un irónico "viva la prensa rosa", mientras sus compañeros trataban de disimular -algunos con más éxito que otros- las caras de circunstancia ante tal inmolación en directo.
Más allá del evidente dolor que esa mala praxis le ha podido causar, resulta inaceptable el afán de Paz Padilla por denostar la industria de la que vive. Y es todavía más irritante por su reiteración e insistencia en atacar a la prensa rosa y a sus trabajadores siempre que le surge la ocasión.
La presentadora de Sálvame padece un acuciante caso de 'yoísmo': sus vivencias le parecen a menudo muestra suficiente para generalizar, emitir juicios populistas y dictar sentencias frente a las cámaras. Lo peor de todo es que a menudo esas opiniones van contra sus compañeros de profesión.
La "chusma" de Sálvame
Una de las primeras veces que Paz 'enseñó la patita' y confesó, entre broma y broma, lo que opina del programa en el que trabaja fue el 15 de octubre de 2010. La presentadora llevaba menos de un año en el espacio de Telecinco y protagonizaba su primera gran bronca con los colaboradores por afirmar lo siguiente: "Si ya me lo dice mi hermana: 'Paz, sal de ahí que sólo hay chusma'".
Esta frase provocó el enfado de compañeros como Kiko Hernández, que no dudaron en cargar contra ella, por lo que se vio obligada a rectificar una semana después. "Siento si os he ofendido. La palabra 'chusma' se sacó de contexto. (…) Para mí es una expresión común. Es como si le llamas a alguien hijo de puta. No quieres decir que su madre sea una…", explicó. "Si considerara que sois chusma no estaría aquí trabajando. Estoy orgullosa de trabajar con personas tan inteligentes", zanjó finalmente.
¿Me vais a proteger?
En el verano de 2013, la actriz volvía a tirar piedras contra su propio tejado al enfrentarse a la dirección de Sálvame por hacerse eco de la publicación de unas fotos suyas en topless en una revista. "Llevo cuatro años dudando. Cuatro años luchando. Cuatro años en los que los directores me han dicho: 'Confía en nosotros, Paz confía en nosotros'. Y yo no podía", expresaba, dejando clara su postura con respecto a sus superiores.
"Hoy en la reunión me han dicho que esas fotos no se iban a mostrar y ahora me decís que sí. ¿Me vas a proteger, director?", preguntaba antes de abandonar el plató enfadada.
La presentadora volvía poco después para pedir disculpas: "Asumo la culpa de lo ocurrido porque si no me hubiera puesto no me habrían hecho fotos, pero es duro estar en una situación de libertad y verte en una portada o en una pantalla de televisión. Me siento esclava de mi profesión", comentaba antes de preguntarse "dónde pone que por ser famosa tengas que renunciar a tu libertad".
Señalamiento público
En agosto del año pasado, apenas un mes después de la muerte de su marido, Padilla volvía a cargar abiertamente contra un profesional de la prensa del corazón. En este caso, la gaditana publicaba en su perfil de Instagram una fotografía del paparazzi Tino Torrubiano para señalarle públicamente con una sarcástica dedicatoria.
"Quiero darte las gracias por tu bondad, Tino Torrubiano, y a todos los que te rodean", escribía la andaluza. "Espero que algún día tengas compasión de mí, será señal de que tendrás amor en tu corazón", sentenció Paz, quejándose de que Torrubiano la fotografiase en los momentos más duros de su duelo.
Aquel acto fue respondido públicamente por el aludido. "Todavía estoy perplejo... No entiendo tu reacción, señalarme en tu perfil con fotografía incluida como un ser malvado y despiadado, y ponerme a los pies de tus fervorosos seguidores", escribió el paparazzi, que aseguró haber recibido amenazas de muerte tras el señalamiento de Paz.
"¿Y todo esto por qué? ¡Por hacer mi trabajo! Un trabajo que es igual que el tuyo y que deberías entender perfectamente. (...) Basta ya de señalarnos como la parte malvada de este mundo. Somos trabajadores que pasamos muchas horas en la calle a diario para dar contenido a las revistas y a programas como el que tú presentas", espetó Torrubiano. Tras su respuesta, Paz Padilla decidió borrar la publicación de su red social.
"Algún día te darán a ti"
El pasado mes de diciembre, lo que comenzaba como una distendida conexión con los pasillos acababa en un intercambio de zascas en los que se podía cortar la tensión con Jorge Javier Vázquez. Mientras Kiko Hernández hablaba con Antonio David Flores fuera del plató, el catalán aparecía de forma imprevista y le recomendaba al ex guardia civil que se preparase porque le había puesto "a caldo" en su blog de Lecturas, una advertencia que hizo extensible a Terelu Campos.
En ese momento, Paz Padilla intervenía desde el plató: "El día que te toque a ti, Jorge... ¡Ay, el día que te toque a ti! (...) Todo lo que sube baja. Cuanto más arriba estás, más notas el viento. Cuando vayas subiendo, ve saludando, que serán los mismos que encontrarás cuando vayas bajando", sentenciaba.
El presentador supo capear el ataque directo de su compañera, a la que acusó de practicar filosofía barata. Pero ella insistía: "Barata no es... Tú le vas dando a Terelu, a la otra, a la otra... y algún día te la darán a ti. No conozco a nadie que se haya mantenido arriba eternamente".
Postura hipócrita
Todos estos ejemplos no hacen más que poner de manifiesto que Paz Padilla se ve como una figura ajena al universo Sálvame. Una actriz y humorista que hace 12 años aceptó trabajar en ese programa pero que sigue sin sentirse parte de él.
El repudio hacia la prensa rosa que muchas veces se desprende de las palabras de la gaditana resulta intolerable dada su posición. No se puede nadar y guardar la ropa, ni formar parte de un programa que ha practicado las peores tácticas para conseguir audiencia, pero simular que no participas de las mismas.
Su desinterés por la industria en la que trabaja llega hasta tal punto que en esta década no parece haber aprendido absolutamente nada sobre cómo funciona la prensa del corazón. Y el problema más grave no es ese, sino el hecho de que piense, como efectivamente parece, que por hacerlo es mejor que sus compañeros, mejor que sus jefes y hasta mejor que su audiencia. Sí, Paz, 'todo lo que sube baja' es una frase popular que suele resultar bastante certera. Aquí va otra: 'no muerdas la mano que te da de comer'.