El cuestionable despido en directo de Antonio Canales en Sálvame ha puesto sobre la mesa un asunto que llevaba varias semanas sobrevolando al programa: el desgaste en audiencia que está sufriendo frente al crecimiento de Tierra amarga en Antena 3.
"El programa está en horas bajas, me hubiera gustado que me echaran teniendo grandes audiencias, me sentiría más héroe", se atrevió a espetar el bailaor frente a una atónita Carlota Corredera.
El colaborador defenestrado se tomó su particular venganza en directo y aseguró que en los últimos tiempos Sálvame se ha convertido en un "programa aburrido" que, de seguir por ese camino, acabará yendo "a pique". "Nos está ganando hasta una teleserie", expresó el artista, en clara referencia a la ficción turca que sigue sin tocar techo en la competencia.
La respuesta del programa fue contundente un día después. Carlota Corredera fue la encargada de contestar a Canales y, además de sacar pecho por el hito que supone llevar en emisión desde 2009, emplazó al público a comprobar las cifras reales: "Los datos de audiencia son públicos, no son datos que yo me pueda inventar", aseveró, acusando al bailarín de mentir. "Una mentira no se hace verdad por repetirla muchas veces", añadió.
En la misma línea se expresó Kiko Hernández, que recalcó que este verano no es el peor de la historia de Sálvame y, aunque reconoció que este agosto no está siendo bueno, quiso expresar tranquilidad afirmando que "no pasa nada, ya vendrá septiembre".
El 'efecto agosto'
Es sabido que agosto es un mes en el que el consumo televisivo cae habitualmente, dejando escenas insólitas de emisiones liderando con menos de un millón de espectadores. Pero, ¿el descenso de audiencia de Sálvame se debe únicamente al parón veraniego o realmente hay un desgaste del programa?
Para tratar de responder a esta pregunta, basta con echar la vista atrás, en concreto al verano pasado. Por aquel entonces, el programa de Telecinco había perdido el liderazgo de su versión Tomate frente a Pasapalabra. Sin embargo, el cómputo de las tres ediciones seguía siendo excelente y ni el Limón ni el Naranja encontraban rival, liderando cada tarde sobre la oferta de Antena 3.
Ni Amar es para siempre, ni ¡Ahora caigo! ni ¡Boom! eran capaces de acercarse a Sálvame, que sólo sufría en su tramo final por el interés que despierta Pasapapalabra y, especialmente, por el gran poder de atracción de su prueba final, El Rosco.
Centrándonos en Sálvame Naranja, la entrega que más horas ocupa y la que ahora se enfrenta directamente a Tierra amarga, en las tres primeras semanas de agosto de 2020 el espacio cosechó una media del 17,5% y 1.623.000 espectadores.
Volviendo al presente, es evidente que la serie turca de Antena 3 ha llegado pisando fuerte y ha logrado arrebatarle el liderazgo al Naranja en varias ocasiones. El formato de La Fábrica de la Tele no cabalga con la misma comodidad que lo hacía el año pasado y probablemente podamos afirmar sin miedo a equivocarnos que se encuentra ante su verano más reñido de los últimos años.
Pero no basta con atender a las excelentes cifras de Tierra amarga para analizar el funcionamiento de Sálvame. Sí, el formato de Telecinco ha perdido su monopolio, ¿pero realmente está en horas bajas y puede irse "a pique"?
La realidad, en cifras
Según los datos de audiencia diaria publicados por Barlovento, en lo que va de agosto las entregas de Sálvame Naranja han firmado una media del 16,1% de share con 1.423.000 espectadores. Esto quiere decir que el programa consigue hoy 1,4 puntos y 200.000 espectadores menos que en el mismo período del año anterior.
Es evidente que no se trata de cifras con las que se pueda hablar de un descalabro, pero sí es un descenso lo suficientemente significativo como para no bajar la guardia frente al buen momento de la competencia.
A pesar de ello, Sálvame Naranja sigue siendo el programa con mejor cuota de Telecinco en la mayoría de sus emisiones de agosto. En base a estos datos, no es descabellado afirmar que el formato puede presumir de tener una audiencia envidiablemente fiel después de 12 años de emisión ininterrumpida.
El principal problema de Sálvame es que, con datos muy similares a los que tenía antes, ya no es capaz de liderar con la contundencia que lo hacía. En esto ha influido, irrefutablemente, el refuerzo de las tardes de Antena 3 con la cancelación de ¡Ahora caigo! y el estreno de Tierra amarga.
Todo apunta a que, de cara a septiembre, la disputa por dominar las tardes va a ser todavía más emocionante. Telecinco tendrá el reto de retener el interés de su público, evitando que escojan cambiar de canal y adentrarse en una serie turca que está demostrando un gran potencial.
Antena 3, por su parte, se enfrenta al desafío de mantener el buen funcionamiento de Tierra amarga en la nueva temporada televisiva, sumando nuevos máximos para ampliar una ventaja que el pasado jueves 19 ya alcanzó los 2,8 puntos en franja de estricta competencia.