Hace algunas semanas, Antonio Montero levantó ampollas en Sálvame al decir que Rocío Carrasco "es una mala madre con su hija ". Unas palabras que no toleró la presentadora Carlota Corredera que amenazó a la dirección del programa: "Si él se queda, yo me voy".
"No, me voy yo", respondía entonces Antonio Montero. "Pues te lo agradezco", le respondía Carlota Corredera, que volvía a su sitio tras la marcha del colaborador. “Se acabó. Esto no es un juego, ¿eh?”.
Una expulsión que la gallega ha vuelto a defender este miércoles después de que Kiko Matamoros le cuestionara el pasado lunes diciendo que fue "la forma más fea de humillar a un profesional".
"Creo en la libertad de expresión, como periodista que soy. Pero creo que la libertad de expresión tiene límites y para mí son los derechos humanos. Cuando hay gente que dice que se censuran o silencian determinados debates, es que para mí, personalmente, la violencia de género no admite ningún debate".
Algo que ya defendió Laura Fa el lunes. "Aquí se ha podido opinar libremente, pero yo soy de tolerancia cero contra cualquier cosa que atente contra los derechos humanos".
Por su parte, Rocío Carraso, que regresaba este miércoles a plató, comentó que "aquí no estamos hablando de opiniones, sino derechos humanos que deberían ser universales para todos por igual y un pensamiento único".