Atresmedia TV ya trabaja en La edad de la ira, nueva serie original de ATRESplayer PREMIUM. La ficción, que arrancará su rodaje próximamente, estará protagonizada por Manu Ríos (Élite), Amaia Aberasturi (nominada al Goya a Mejor Actriz por Akelarre), Daniel Ibáñez (Caminantes) y Carlos Alcaide (El internado: Las Cumbres).
Producida por Atresmedia Televisión en colaboración con Big Bang Media (THE MEDIAPRO STUDIO) y MASFICCIÓN, La edad de la ira es la adaptación de la novela homónima de Nando López, finalista al Premio Nadal 2010 (Editorial Planeta).
Con la producción ejecutiva de Montse García (Atresmedia), Jesús Rodrigo, Carmen Gonzalez y Javier Pons (Big Bang Media - THE MEDIAPRO STUDIO) y Mireia Acosta (MASFICCIÓN), la serie también retrata la adolescencia recurriendo al thriller para abordar las complejidades sociales que afectan a una nueva generación de jóvenes.
Los responsables de la adaptación televisiva son Lucia Carballal, guionista (‘Vis a vis: El Oasis’, ‘Vis a vis’) y dramaturga (‘La resistencia’ y ‘Una vida americana’, finalistas en los Premios Max; ‘Los temporales’, ‘Las bárbaras’ y ‘Mejor historia que la nuestra’, finalista del Premio Calderón de la Barca y ganador del Premio Marqués de Bradomín), junto con Juanma Ruiz de Córdoba, guionista de ‘Vis a vis: El Oasis’, ‘Vis a Vis’, ‘Cuenta atrás’ y ‘Águila roja’, entre otras. El equipo de casting está dirigido por Luis San Narciso.
Los protagonistas de ‘La edad de la ira’
Manu Ríos es Marcos
Manu Ríos es Marcos, el protagonista acusado de matar a su padre y herir gravemente a uno de sus hermanos. Lo tiene todo para ser líder, pero él no va de eso. Aparentemente es un rebelde sin causa. Introvertido, frágil, confuso y lleno de ira contenida, vive en un ambiente familiar retrógrado y ha decido enfrentarse a su padre.
Amaia Aberasturi es Sandra
Amaia Aberasturi es Sandra, amiga de Marcos y de Raúl con quienes comparte clase en el instituto. Idealista, feminista, concienciada y educada en un ambiente familiar liberal, no tiene tabúes en torno al sexo. Aunque emocionalmente vulnerable, ella es positiva y luminosa. Se enamora de Marcos, alguien completamente distinto a ella.
Daniel Ibáñez es Raúl
Daniel Ibáñez es Raúl, el friki nuevo del instituto. Extrovertido, divertido, inconsciente, en el fondo es un inseguro muy protegido desde niño que busca experiencias vitales. Conecta enseguida con Marcos y Sandra, con los que comparte la sensación de ser unos incomprendidos que no encuentran su sitio.
Carlos Alcaide es Ignacio
Carlos Alcaide es Ignacio, el hermano mayor de Marcos. Su vida gira alrededor de los estudios y de las metas que le marca su padre. Ha elegido el camino de la obediencia. Con una vida social prácticamente nula, choca con su hermano, al que envida por su popularidad. Ambos se reprochan ser parte del problema que se vive en la familia.
Así será ‘La edad de la ira’
La edad de la ira se compone de 4 episodios de 50 minutos de duración. Arranca con el brutal asesinato de un hombre, presuntamente, a manos de su hijo Marcos, un adolescente sin problemas aparentes. El incidente cae como un jarro de agua fría en el día a día de un instituto en donde alumnos y profesores se preguntan qué ha fallado para un chico popular, casi perfecto, haya acabado cometiendo semejante crimen.
A lo largo de los episodios, conoceremos más sobre este enigmático joven y su entorno, desde sus mejores amigos, hasta su vida en el instituto, pasando por los duros acontecimientos familiares a los que ha tenido que enfrentarse en los últimos meses. ¿Puedo todo ello hacer estallar a Marcos y cometer ese horrible crimen? Y, lo más importante… ¿fue Marcos?
El libro de Nando López, traducido a varios idiomas, ha obtenido un gran impacto tanto en ejemplares vendidos como en lectura a través de soportes digitales. La novela, que tiene también una versión teatral, es una de las más recomendadas a los adolescentes en colegios e institutos, por retratar una generación reivindicativa, comprometida, hiperconectada, hedonista y ansiosa de apertura. Unos adolescentes que encaran el cambio mientras lidian con los viejos valores representados por sus padres y el sistema educativo.